Nadie puede negar que Sammy Sosa fue toda una sensación de las Grandes Ligas entre mediados de los años 90’s y principios del siglo XXI, eso seguro. Más allá de estar involucrado con el uso de sustancias prohibidas y en un muy sonado hecho de un bate encorchado, el extoletero de los Cachorros de Chicago sedujo a cientos de miles (quizás millones) de fanáticos del béisbol durante su estancia en el mejor béisbol del mundo. En su momento era una atracción verlo batear y eso se notó en la afluencia de personas en los estadios por aquella época.
Su rivalidad contra el slugger de los Cardenales de San Luis, Mark McGwire trascendió a niveles inimaginables y forma parte de la apasionante historia del rey de los deportes, así como también sus increíbles y más que polémicos 609 jonrones conectados a lo largo de 18 años de carrera como ligamayorista.
Sin embargo, a día de hoy el nombre de este quisqueyano da más pie a discusiones sobre la legalidad de sus estadísticas que a orgullo de cualquier tipo, debido a su relación con los esteroides anabólicos androgénicos que mejoran el rendimiento deportivo.
Podría tener sucesor
Aun así, Sosa tenía talento, eso no se puede poner en tela de juicio. Y tal parece que un familiar suyo ha heredado ese don, a juzgar por unas imágenes compartidas por el comunicador Héctor Gómez a través de la red social Twitter.
Se trata de un sobrino del ex guardabosques derecho, llamado Anthony Sosa, el cual tiene 15 años y muestra un swing que llama bastante la atención. En el audiovisual se le puede golpear con comodidad y contundencia la bola, tal como hacía su tío en sus mejores tiempos.
No se sabe nada
Hasta el momento no se tiene más información o referencia del prospecto, pero a juzgar por las imágenes el chico está en el camino indicado para ser un bigleaguer como su familiar nacido en San Pedro de Macorís.