Fácilmente todos podríamos coincidir en que los Mets ahora tienen posiblemente el mejor “uno y dos” de rotación de todo el béisbol. Sin embargo, dejando a un lado este hecho, hay incógnitas reales más allá de Jacob deGrom y Max Scherzer. De hecho, incluso para en torno a ellos dos hay ciertas preocupaciones.

Sobre deGrom puede preocuparnos el esguince en su brazo derecho, lo que le impidió lanzar el 7 de julio pasado y frustró una campaña de 2021 potencialmente histórica. El presidente de los Mets, Sandy Alderson, destacó en septiembre que el esguince de deGrom “se resolvió solo”, pero si se considera su edad (cumplir 34 años en junio), su historial médico (cirugía de Tommy John al principio de su carrera en las ligas menores) y el hecho de que lanza más fuerte que todos en el béisbol (velocidad promedio de bola rápida de 99 MPH, según Baseball Savant), es imposible no pensar si un descenso en su efectividad es inminente.

Para Scherzer, se aplican algo de las mismas preocupaciones. Estadísticamente, 2021 fue uno de sus mejores, con la mejor efectividad de su carrera de 2.46 en 179 1/3 entradas en total y una efectividad de 1.98 en 11 aperturas al unirse a Los Ángeles Dodgers en julio. Sin embargo, en la recta final, el jugador de 37 años pareció desgastarse: primero, permitió cinco carreras limpias en cada una de sus dos últimas aperturas de temporada regular, y luego no pudo terminar la Serie de Campeonato de la Liga Nacional para los Dodgers después de cuatro salidas de postemporada en un lapso de doce días.

No podemos ignorar los riesgos, pero asumamos el potencial y las altas expectativas que siempre han llenado este dúo; pidamos y asumamos que habrá salud. Nada podría superar un ancla de rotación como la que conforman deGrom y Scherzer.

 

Pero más allá de ellos dos, ¿qué? 

Tenemos a  Taijuan Walker y Carlos Carrasco. Walker y Carrasco pueden formar parte de un “one-two” de rotación en cualquier lugar no estén lanzadores del calibre de Jacob y Max. Aun así, tienen importantes signos de interrogación que podrían poner en peligro sus lugares para aperturar si las cosas no se alinean y salen mal.

El primer año de Walker con Mets fue realmente una historia de dos caras. Después de una primera mitad dominante All-Star (7-3, 2.66 de efectividad, 1.06 WHIP en 94 2/3 entradas), la temporada de la ex selección de primera ronda se vino abajo con una segunda mitad sin victorias (7.13 de efectividad, 1.37 WHIP en 64 1/3 entrada).

Mientras tanto, Carrasco nunca pareció encauzar su primera temporada en Queens. Las lesiones retrasaron su debut hasta el 30 de julio, fallando en cada una  de sus 12 aperturas. Carrasco terminó con marca de 1-5 con efectividad de 6.04 permitiendo 12 jonrones en solo 53 2/3 entradas.

De los dos, Walker parece más prometedor. El que cerrara mal el año  podría atribuirse en parte a un fuerte aumento en la carga de trabajo: 150 entradas por primera vez desde 2017 y solo la tercera vez en una carrera de nueve años acortada por lesiones. Si Walker puede mantenerse fiel a lo que le trajo el éxito a principios de año (limitar las bases por bolas, evitar ir profundo en entradas y dominar su sinker), se perfila como un ficha sólida fija en la rotación.

Carrasco, en cambio, entra con más incertidumbre el último año de su contrato. Es justo preguntarse si puede revertir al lanzador que registró una efectividad de 3.27 para Cleveland entre 2014 y 2018, o si las luchas del año pasado, ya que pronto cumplirá 35 años, sugieren mayor regresión. Tal vez los Mets consideren usar a Carrasco como relevo largo.

Aunque tienen un techo alto, Walker y Carrasco suponen demasiadas incógnitas como para conformar a los Mets y que estos no intenten ir por otros brazos de nivel medio.

 

¿Cuáles opciones en el mercado vendrían bien? 

Carlos Rodón, Michael Pineda, Sean Manaea, Chris Bassitt,  son posibilidades reales y certeras.

El equipo necesita agregar al menos un abridor más.

Dado que el cierre patronal ha detenido todas las transacciones de los jugadores de las Grandes Ligas, todavía hay bastantes nombres disponibles a través de la agencia libre y varios otros como posibles candidatos a canje.

Si apuntan alto, Carlos Rodón es la mejor opción. Una selección de primera ronda de 2014 que finalmente se destacó en 2021, terminando quinto en la carrera Cy Young de la Liga Americana con 13 victorias y una efectividad de 2.37 para hacerse Campeón Central de la Liga Americana con los Medias Blancas de Chicago. A pesar de su éxito, los equipos interesados ​​probablemente tendrán que sopesar si Rodón realmente consiguió encontrarse o si ha sido una temporada de suerte: tenía una efectividad de 4.14 en su carrera antes de la temporada pasada y tiene un historial de lesiones que continuaron atormentándolo en la recta final en septiembre pasado.

Entre los veteranos que probablemente costarán menos tanto en años como en dólares, Michael Pineda (33 en enero) ofrece la mayor intriga. Pineda ha ganado su lugar en Minnesota, con una efectividad de 3.80 en 52 aperturas (53 juegos) desde principios de 2019. Según Baseball Savant, la mayoría de sus estadísticas de la temporada pasada no son halagador al mirarlas con profundidad, ya que no domina con su recta (promedio de 91 MPH), pero se ubicó en el 4 por ciento superior en tasa de caminatas (solo 21 caminatas en 109 1 / 3 entradas el año pasado). Con los Mets mejorando su defensa, Pineda podría ser una opción interesante a corto plazo.

El socio más probable sería los Atléticos de Oakland. Buscando achicar costo salarial, los Atléticos tienen un par de titulares principales para ofrecer en Sean Manaea y Chris Bassitt:  Manaea, de 29 años, registró una efectividad de 3.91 en 32 aperturas la temporada pasada, mientras que Bassitt, de 32 años, se convirtió en un jugador de All -Star con la mejor marca de su carrera con 12 victorias y 3.9 bWAR junto con una efectividad de 3.15. La adquisición de cualquiera de los dos probablemente requeriría una combinación de talento controlable y de bajo costo en las Grandes Ligas (Mets tienen piezas sirven para un canje de este tipo en JD Davis, Dom Smith, Jeff McNeil) y prospectos.

Con movimientos que los Mets ya han hecho, Steve Cohen ha dejado en claro que el impuesto al lujo no es tan disuasivo como algunos percibieron. Pero a la vez están chocando contra el umbral, lo que hace que alguien como Rodón sea una opción menos probable considerando el riesgo asociado a ficharlo. Cambiar por uno de los mejores abridores de los Atléticos ciertamente tendría sentido, pero los Mets no deberían apresurarse a negociar con su grupo de jugadores de posición, especialmente si el bateador designado llega a la Liga Nacional el próximo año (como la mayoría espera).

Los Mets deberían intentar activamente hacer un cambio con Oakland por Manaea o Bassitt, pero solo si el precio es correcto; de lo contrario, agregar un veterano como Pineda sería un buen Plan B.

A futuro las cosas pintan mejor, pero más allá de 2022

Con Tylor Megill y David Peterson: después de no lanzar más allá de Doble-A en 2021, Megill fue convocado de las ligas menores en junio por necesidad, ya que los Mets estaban ​​repletos de lesiones en el cuerpo de lanzadores. Arrojado al fuego, la selección de 2018 procedente de Arizona respondió con una efectividad estelar de 3.21 en sus primeras 11 aperturas en Grandes Ligas. Sin embargo, a medida que la temporada de los Mets descendía a mediados de agosto, también lo hizo Megill, con una efectividad de 6.81 en sus últimas siete salidas.

Uno de los vacíos que Megill ayudó a llenar fue el que dejó Peterson. Después de impresionar en su temporada de novato (6-2, efectividad de 3.44 en 10 salidas durante 2020), el zurdo luchó por encontrar su dominio en 2021, lanzando a una efectividad de 5.54 en 15 aperturas antes de que múltiples lesiones en la parte inferior del cuerpo terminaran su temporada.

A juzgar únicamente por la situación de cada uno de cara al invierno, parecería que Megill tiene ventaja en un puesto de rotación sobre Peterson. Sin embargo, de manera realista, ninguno de los dos está garantizado para salir con el club a los entrenamientos de primavera, particularmente si los Mets deciden traer otro brazo veterano. Ambos tienen potencial, pero los Mets también deben sopesar los beneficios de desarrollar sus entradas y experiencia en Triple-A versus que continúen aprendiendo en el trabajo en las mayores.

Para un equipo en modo de ganar ahora, los Mets deberían dejar que Megill y Peterson se desarrollen adecuadamente con entradas consistentes en Triple-A Syracuse mientras buscan otro abridor veterano.

Recordar activos como Joey Lucchesi, Thomas Szapucki, JT Ginn. En cuanto a Joey Lucchesi de manera optimista, el cronograma de recuperación del zurdo de la cirugía de Tommy John lo encamina a regresar a fines de 2022 como muy pronto y el más mínimo retraso arruinaría cualquier posibilidad de que Lucchesi lance en 2022. Szapucki y Ginn aparecieron el verano pasado cuando los Mets estaban desesperados por encontrar lanzadores que dieran un giro en la rotación. Esto fue más un producto de la situación del equipo en ese momento que una indicación de la disposición de cada uno para contribuir a nivel de las Grandes Ligas: Szapucki había registrado solo 145 entradas en las ligas menores antes de la temporada pasada, mientras que Ginn estaba comenzando su carrera en las ligas menores. Szapucki lanzó brevemente para los Mets antes de que terminara su temporada debido a una lesión, mientras que el fuerte debut de Ginn en 2021 entre St. Lucie y Brooklyn ahora lo ubica quinto en la lista de los mejores prospectos de los Mets de MLB.com .

No se puede contar con Lucchesi para  2022, mientras que los prospectos Szapucki y Ginn realmente necesitan otra temporada completa de ligas menores en su haber.

Teniendo todo en cuenta, la rotación de los Mets es obviamente mucho mejor de lo que era antes de la firma de Scherzer. Sin embargo, si 2021 nos enseñó algo, es que la profundidad de calidad es la clave para sobrevivir una temporada completa.

Esperemos que los Mets lo logren al traer un par de brazos más veteranos antes del Día Inaugural.

Esos fichajes adicionales pueden no ser llamativos, pero si los Mets esperan competir contra jugadores como los Bravos y los Dodgers por la cima de la Liga Nacional, deben ser críticos e ir intensos en la temporada baja.