En 2005, hace ya diecisiete años, los Medias Blancas de Chicago pudieron fin a 88 años sin ganar una Serie Mundial, cuando en el Clásico de Otoño de ese año se impusieron a los increíbles Astros de Houston, con el venezolano Ozzie Guillén en el banquillo y un grupo de estrellas ya legendarias como Orlando Hernández, Jose Ariel Contreras, Freddy García, Frank Thomas y Paul Konerko.
El elenco de la Ciudad de los Vientos acaba con la maldición de los llamados “Medias Sucias”, aquel equipo integrado por hombres como Ed Ciccote, Lefty Williams y Joe Shoeless Jackson vendieron el Clásico de Otoño ante los Rojos de Cincinnati, allá por 1919.
El estigma había trascendido como uno de los grandes hitos del deporte, no solo en Estados Unidos, también a nivel mundial y hoy con una generación de jugadores talentosos, llamados a ganar quizás desde el año anterior, tal parece que una nueva maldición comienza a signar el paso del equipo del South Side.
El nuevo capítulo
Al momento de escribir este texto, el Chicago Tribune confirmaba la noticia que Tim Anderson estaría fuera acción entre cuatro y seis semanas, lo que pondría en duda su posible regreso antes del final de la temporada.
Tal como refiere Russell Dorsey de Bally Sports and Stadium, se trata de una rotura de ligamentos en la mano de Anderson y no se descarta la posibilidad de una cirugía.
Y pudiera ser una noticia normal, como otra lesión cualquiera pero no, en este momento de la campaña, con poco más de 50 juegos por disputar y los Medias Blancas inmersos como nunca en la pelea por el banderín de la división central; sin dudas es lo peor para el manager Tony La Russa y la misma afición en Chicago.
La figura
Se trata del hombre que ahora mismo es el gran referente ofensivo, el líder natural de ese equipo, no solo por sus números, 301 de average, 6 jonrones y 25 carreras impulsadas, sino por su personalidad, capaz de revivir el espíritu del conjunto con una jugada magistral en el campocorto o un batazo clave.
Todo pintaba bien para la Russa y sus muchachos, Eloy Jiménez de regreso, aportando con el madero, igual que Adam Engel y Luis Robert, el talento desbordado de Andrew Vaughn y la consistencia única de Jose Abreu; además de que Lucas Giolito y Lance Lynn empezaban a ganar; pero con la baja de Anderson la perspectiva cambia y la señal no podía ser peor que una derrota este martes para con marca de 55-54 ponerse a 2,5 juegos de los Mellizos de Minnesota, mirando al primer lugar de la división y a 2 juegos completos de Guardianes de Cleveland, pensando en el comodín.
El año ha sido duro para La Russa y los Medias Blancas, lesión, Covid 19, bajo rendimiento, criticas, malas decisión y el barco parecía encaminarse pero otra vez, como para no dejar lugar a las dudas llega un suceso indeseado como este de la ausencia por lesión de Tim Anderson, quizás como una maldición.