El más mínimo ápice de duda no tiene cabida en la aseveración de que Roberto Alomar, por mucho, es el mejor segunda base de su generación. Y nos referimos solo a su tiempo como grandeliga para no “herir” el parecer de quienes le precedieron porque es probable que el boricua sea el mejor de siempre.

Este 5 de febrero, el  nativo de Ponce en Puerto Rico, celebra su cumpleaños número 54.

Maravillados con su juego defensivo quedamos quienes le vimos jugar, bien sea en vivo en cualquier asiento de cualquier escenario, o desde la rectangular pantalla de un televisor. Seguramente, las nuevas generaciones del mismo modo se impresionan en alto al ver sus videos.

Ese fantástico despliegue defensivo le hizo acreedor de 10 guantes dorados en su trayectoria de 17 campañas en las Mayores. Aunado a ello solo pecó en 181 ocasiones durante 19.876 entradas, como segunda base, para dejar un porcentaje de fildeo de .984.

Para Alomar fueron 2.320 partidos como intermedista (tercero), 6.524 asistencias (séptimo) y 1.407 doble plays (noveno). También 12 participaciones en Juegos de Estrellas, cuatro Bates de Plata, además de ser reconocido como el Jugador Más Valioso en el Clásico de Mitad de Temporada (1998) así como en la Serie de Campeonato de la Liga Americana en 1992.

Durante un corto período, 1999-2001, mágica fue la dupla que conformó alrededor de la segunda base con el venezolano Omar Vizquel. El nivel de juego de ambos que inolvidable es la descripción que de ellos hiciera su compañero en la inicial, Jim Thome: “Esos dos son poesía en movimiento”.

El 5 de enero de 2011, Roberto Alomar se convirtió en el tercer nativo de la Isla del Encanto en  ser entronizado en el Salón de la Fama de Cooperstown. Logró 523 de 581 votos.