Vladimir Guerrero júnior y Teoscar Hernández son dos piezas fundamentales de los Azulejos de Toronto. Al momento de salir al terreno dan el todo por el todo; y cuando están tras bastidores ambos son la cara que ilumina el clubhouse de los Azulejos de Toronto. Gracias a ellos muchos han aprendido a sobrellevar las contrariedades.
Ambos han encontrado en el otro amistad verdadera. Ellos son como hermanos y demuestran a todos la buena actitud que se debe tener, inclusive, cuando no se la está pasando bien.
“Todo se reduce a la confianza”, dijo Guerrero, en español a Julia Kreuz de mlb.com, desde su locker en el Rogers Centre. “Siento que es parte de mi familia. Es como un hermano mayor”.
El béisbol fue el punto de partida de ese vínculo fraternal, pero la confianza lo convirtió en algo más trascendental. Desde aquellos primeros días con la organización de los Azulejos, allá por 2017, cuando Teoscar fue cambiado por los Astros, Hernández sintió una gran afinidad hacia el hijo del miembro del Salón de la Fama con el swing chisporroteante.
Había algo en común que los conectaba, el idioma y el país de origen, República Dominicana. Y aunque tienen siete años de diferencia y crecieron con realidades muy distintas, sus valores se alinearon a la perfección.
“Es como si hubiéramos nacido para tener esta amistad”, dijo Hernández, en español. “Desde el primer momento que lo conocí supe que íbamos a tener una buena relación. Y solo ha mejorado con el tiempo”.
Y es que Hernández creció en un ambiente diferente al de Vladito. Teoscar viene de una familia de bajos recursos y llegó a las mayores gracias a una firma internacional con los Astros de Houston. Mientras que el Júnior pasaba su tiempo entre Dominicana, Estados Unidos y Canadá con los recursos propios de una familia adinerara. Eso no ha sido obstáculo para ellos.
“Él es rico desde antes de nacer”, dijo Hernández de Guerrero. “Y aún así, nada lo hace más feliz que estar con sus amigos, sus compañeros de equipo y su familia”.
Vaya ejemplo de vida que dan ambos. Por eso son las caras que iluminan a los Azulejos.