Los Yankees de Nueva York son los líderes indiscutidos de la División Este de la Liga Americana con récord de 33 victorias y 15 derrotas gracias a un juego vistoso desde ambos lados de la pelota. Por una parte, sus lanzadores han funcionado en la mayoría de las ocasiones y al mismo tiempo, los bates han rendido lo suficiente como para asegurar una buena producción.

Sin embargo, algunos son la excepción de la regla y no han podido contribuir a la causa de los Bombarderos como se esperaba, motivo por el cual ya la gerencia del club estaría buscando alternativas para potenciar esa parte menos favorecida de su roster.

Estamos hablando de 2 jugadores en específico que no han dado la talla con el madero: Joey Gallo y Aaron Hicks. Esta dupla está en deuda y muestra números verdaderamente débiles que si bien no han repercutido demasiado en el buen devenir del conjunto de la Gran Manzana, sí podrían terminar siendo un lastre en los tiempos venideros, cuando las cosas se pongan más apretadas y otros elementos de la plantilla tengan sus caídas naturales o afronten algún tipo de lesión.

Una defensa que cuesta demasiado

Aunque los 2 peloteros antes mencionados son excelentes fildeadores y poseen brazos potentes, eso no le está haciendo justicia al lineup de los Mulos del Bronx.

La línea ofensiva de Joey Gallo, por ejemplo, es de .167/.270/.300, lo que podría considerarse como paupérrimo. Además, su tasa de ponches es de un alarmante 38% y solo parece ir a peor.

Por su parte, el caso de Aaron Hicks no es demasiado distinto. Su hilo de bateo es de .200/326/.233 y aunque ha mejorado ligeramente su paciencia en el plato, solo 2 extrabases (1 doblete y 1 jonrón) en 120 turnos legales dan fe de un hombre que no está rindiendo como es debido.

La solución del problema

Según han informado diversas fuentes cercanas a las incidencias, los Yankees estarían interesados en el jugador de los Reales de Kansas City y ex de los Medias Rojas de Boston, Andrew Benintendi. Si bien es un perfil de pelotero bastante distinto a las 2 piezas que no le cuadran al mánager Aaron Boone, su dulce presente podría ser una buena razón para intentar adquirirlo.

Aun así, no parece que sea sencilla la negociación pero el cuadro dirigido por Aaron Boone podría sacrificar algunos prospectos interesantes y buscar un cambio por un hombre que será agente libre la siguiente campaña.

El movimiento puede ser posible si se toma en cuenta la actual situación de los Royals, los cuales con registro de 16 triunfos y 31 reveses, difícilmente puedan pelear por un lugar en la postemporada. Eso les colocaría contra la espada y la pared, ya que estarían entre conservar al pelotero y que se marche libre a final de la zafra u obtener al menos un par de jugadores para el futuro por él.

¿Será esta la medicina que cure la enfermedad Gallo-Hicks?