Si hubo un equipo que se reforzó bien antes del cierre del periodo de cambios en esta temporada 2022 de las Grandes Ligas, ese fue el de los Yankees de Nueva York. Con interesantes adquisiciones como las de Andrew Benintendi y Frankie Montás la novena más ganadora en la historia del béisbol fortaleció su nómina de cara a la recta final de la fase regular y casi seguro que para los playoffs donde salvo una debacle, dirán presente.
Sin embargo, los Mulos del Bronx se quedaron con las ganas de hacerse con un par de piezas más que probablemente les habrían conferido todavía más poderío. Estamos hablando de los jugadores de los Marlins de Miami, Pablo López y Miguel Rojas, pitcher y campocorto venezolanos, respectivamente.
La idea de los Bombarderos era terminar de cimentar su rotación abridora y hacerse con un fildeador de élite, pero las cosas no salieron como esperaban. Al final, el precio que le pusieron los peces a 2 de sus principales baluartes fue muy alto, al menos para el gerente general Brian Cashman, quien prefirió romper las negociaciones.
Un costo elevado
Según diversas fuentes, entre las que se cuenta el reconocido comunicador estadounidense Jon Heyman, lo que solicitaba el equipo que hace vida en el estado de la Florida para soltar a sus 2 jugadores nacidos en la tierra de Simón Bolívar era a otros 2 compatriotas suyos, es decir, al shortstop Gleyber Torres y al prospecto Oswald Peraza, ambos jugadores de cuadro.
De acuerdo con la cuenta de Twitter Marlin Maniac, especializada en rumores acerca del club de los istiofóridos, a los Yankees les pareció demasiado “empinada” la operación que proponía la ejecutiva Kim Ng. ¿Habrán hecho bien los de la Gran Manzana en rechazar la contraoferta? Solo el tiempo será juez.