Si en la atípica temporada de 2020, Yoan Moncada vio como su rendimiento decaía a un ritmo frenético y muchos, obviando matices importantes, comenzaron a pensar en lo peor, un año después, el cubano volvió a mostrar su potencial.

En la campaña de 2021, Moncada compiló para 263 de average con 14 jonrones y 61 carreras impulsadas; recobrando de este modo el plus que lo había lanzado al estrellato en 2019.

Volviendo al 2020, Moncada sufrió los embates del Covid 19 y esto de buena manera, limitó su proyección en el diamante, poniendo en duda hasta su titularidad en la antesala.

Una pieza clave

Desde 2018, Yoan Moncada es el dueño de la tercera base en las Medias Blancas de Chicago y si en su momento hablábamos un elenco con proyección de futuro, hoy nos referimos al posible campeón de la Serie Mundial en 2022.

Con su llegada a las Grandes Ligas en 2016, el cubano ilusionó a los fanáticos pues muchos lo empezaron a ver como una joya valiosa de los Medias Rojas de Boston, algo que nunca se concretó.

Luego de su arribo a los Medias Blancas, de a poco la ilusión comenzó a hacerse realidad y en 2018, el caribeño jugó 149 partidos, para registrar un alinea ofensiva de 235 de average, con 17 jonrones, 61 carreras impulsadas y un OPS de 714.

Ya al año siguiente llegó su consagración, pues sumó 315 de promedio ofensivo, con 25 cuadrangulares y 79 carreras impulsadas; todo ello en 126 partidos.

La posibilidad de un gran año

Para la franquicia de los Medias Blancas resulta imprescindible el rol de Yoan Moncada y si muchos entendidos aluden a la injusticia para calificar el hecho de que el antillano no obtuvo ningún premio en 2021; para esta campaña que se apresta a iniciar, las miradas están puestas en lo que puede hacer.

Con el precedente de su trabajo en la pasada temporada, Moncada bien puede acerase a los 30 batazos de vuelta completa y al menos sobrepasar las 80 impulsadas; además, si continua estable en su defensa, también podría hacerse con el guante de oro y sin dudas estaríamos hablando de un año memorable.