Fue bueno mientras duró, la expectativa, la cara diferente, la idea de ir hacia atrás en el tiempo y pensar en tantos grandes; todo esto y un poco más, hacía que las miradas de muchos se pusieran sobre la figura de Zac Gallen.

Y habló de Zac Gallen y el nombre, sigue sonando como el de un desconocido par algunos, pues los Diamondbacks de Arizona han sido una versión ampliada de las ultimas campañas, sondeando el fondo de la división oeste de la Liga Nacional con forja de 66 y 73 al momento de escribir este texto.

El antes

Bien lejos, demasiado diría, bien lejos ha quedado en el tiempo aquella temporada de 2001, un año histórico sin dudas y el hit de Luis González a Mariano Rivera para que Arizona ganara la Serie Mundial fomentó una especie de maldición que ha perdurado más de dos décadas.

Y sí, los Diamondbacks no han tenido mucho que contar este año y desde una perspectiva medio literaria, el dúo de Zac Gallen y Madison Bumgarner pudieron darle un tono diferente, quizás pensando en aquella alianza de Randy Johnson y Curt Schilling a comienzos de siglo, pero no, en una ilusión quedó todo, solamente con Gallen sacando la cara por la franquicia.

Dos caras opuestas y un agosto para la historia

Por un lado, la decepción con Bumgarner y eso feo registro de 6-14 y casi 5 de efectividad, por el otro Zac Gallen, pletórico, en su mejor año, 27 juegos, forja de 12-2, promedio de limpias de 2,50, 163 ponches en 158,2 tramos de labor y un whip de 0,91, pero lo mejor… un mes de agosto histórico.

Sí lectores, desde el pasado 2 de agosto, Gallen estuvo 44,1 entradas sin permitir carreras, hasta que este domingo en el emblemático Coors Field, luego de tres capítulos en blanco, el bate de CJ Cron acabó con la ilusión de alcanzar el mítico registro de Orel Hershiser de 59 innings sin permitir carreras.

La impronta

Gallen se llevó la victoria, no permitía tres carreras desde comienzos de agosto, pero logró solventar el temporal y ganó y si bien acabó la quimera de alcanzar a Hershiser, si batió la marca del clube en poder de Brandon Webb desde 2007 con 42 entradas sin permitir libertades.

Así, como un sueño de una noche de verano trascurrió este período de tiempo, 40 días y puede que con la llegada de octubre este momento de fama no trascienda, pero igual, ya la impronta de Zack Gallen sus 27 años quedó plasmada y nadie sabe en el futuro lo que pueda ocurrir.