Cuando comenzó la campaña se escuchaban críticas contra el mánager José Offerman por colocar en la alineación, día tras día, al grandeliga de los Rojos de Cincinnati Arístides Aquino. Muchos pedían que lo sentaran, pero el estratega lo puso siempre en el lineup.
El beisbol es un juego de paciencia, de largo aliento. Por muy poco que parezcan 50 juego es tiempo suficiente para que un bateador de las características de Aquino se desarrolle. El pasado 2 de noviembre fue el héroe ofensivo de los Tigres del Licey con un juego de dos jonrones, precisamente contra los Gigantes del Cibao, pero en San Francisco de Macorís.
Ahora le tocó ser el héroe ofensivo de los felinos en Santo Domingo, otra vez frente a los potros, con un triple barrebases que aseguro el triunfo tigrero. “Yo no fue el héroe, fue todo el equipo”, dijo en la rueda de prensa postjuego ante los medios de comunicación.
Aquino se fue de 3-1 con tres remolcadas y su primer triple de la temporada. “Siempre que llegó al estadio vengo con la idea de hacer mi trabajo del día”, explicó el toletero. “Trato de dar lo mejor de mí, competir para ganar. Estamos trabajando, en un proceso. Al comienzo las cosas no salieron tan bien como queríamos, pero estamos trabajando y vendrán cosas buenas”.
Los números indican que Aquino se encendió. De hecho ha remolcado 10 carreras desde el 2 de noviembre hasta la fecha. O para ser más específicos, ha remolcado 10 carreras en sus últimos cinco partidos. Por eso no lo sientan, porque en cualquier momento, como buen slugger, saca un conejo de la chistera y hace su magia.
El secreto para su mejoría, según el propio pelotero es “coger mejors turnos al bate, coger turnos de calidad”. También dice que no se desenfoca en lo que hace. “La clave de todo es el trabajo, seguir trabajando duro”.
Eso es cierto. Siempre se le ve en la jaula de bateo que está por la izquierda corrigiendo detalles en su swing, siguiendo instrucciones. Él, como grandeliga que es, sabe que el la pelota es un juego de ajustes.
“Uno no puede pensar en lo que pasó”, explica. “Siempre hay que pensar hacia adelante. Son nueve innings que jugamos. Quizá en el primer turno no lo hiciste bien, pero vas a tener siempre otra oportunidad para lograrlo”.
Dos jonrones, un triple, 10 remolcadas, dos juegos en los que sus batazos han decidido y una buena defensiva. Aquino sigue allí, aportando, dándole, poniéndole al turno.