Si uno mira la alineación que cuelga todos los días el mánager José Offerman en la pared del dugout de la izquierda se aprecia el nombre de Ramón Hernández. Es de esos peloteros que muchos fanáticos dicen ¿pero quién es este?

Nunca ha jugado en Grandes Ligas, en las menores no pasó de clase A avanzada y actualmente milita en el beisbol mexicano. Sin embargo es de esos peloteros que en LIDOM, en esta liga, son necesarios.

Para definirlo mejor, puede ser llamado el Factor X. Hernández es ese elemento X que siempre da buenos resultados. 

La línea ofensiva de este capitaleño es de .315/.396/.553 con dos jonrones y 11 remolcadas en 15 juegos. “Trabajo, trabajo y más trabajo. No solamente soy yo, todos hemos aportado”, dice el slugger.

El martes le sacó una pelota a mil millas por el left field, ante un envío de Raúl Valdés. “Lo jonrones no se buscan, ellos salen solos”, sostiene. “Un privilegio enfrentarlo. Yo lo veía siempre cuando era chiquito. Sé que es un batallador. Él me tiró un cambio en el piso, buen pitcheo de él. Yo le hice swing y la bola se fue del parque”.

Otro aspecto en el que ha trabajado Hernández es en su fildeo. Se le ha visto en la práctica antes del juego tomar roletazos en la inicial, hacer tiros, drills, rutinas. “He trabajado mucho la defensiva con Robert y con Anderson (Hernández), porque siempre aprendes algo nuevo todos los días”.

Hernández se siente a gusto en este circuito. Él es uno de esos “caballos” de Lidom. Tiene experticia y puede hablar muy bien sobre la liga y sus características.

“Esta liga no es fácil”, dice. “Aquí consigues de todo, de todo. Puedes toparte con un pitcher que lanza muchos rompientes, luego uno que tira muy duro. Es una liga muy exitgente”.

Licey confía en este toletero. Siempre ha estado alineando y no piensan sacarlo del lineup. Sin embargo, vienen más incorporaciones como las de Oneil Cruz Mel Rojas Jr, pero él no va a ser sentado. Sería un error quitarle el bate a uno de los peloteros más calientes del equipo. Aunque al final eso a él no le preocupa.

“Esoy aquí para ayudar y hacer lo que me pidan”, atiza.

Sobre los juegos entre Tigres del Licey y Águilas Cibaeña no se preocupa. “Hay que salir a jugar todos los días. Todos los juegos son iguales para uno. Ahora, en este tipo de choques siempre hay más adrenalina, mucha, pero mucha adrenalina“.

Así de sencillo es Hernández. Llano, sincero. Es de ese tipo peloteros que prefiere que su bate hable por él.