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Una de las figuras más emblemáticas de las Estrellas Orientales es Robinson Canó. El otrora figura en el beisbol de Grandes Ligas, sigue ejerciendo esa auctoritas tan necesaria en cualquier clubhouse. Es líder sin hablar y los peloteros lo siguen. Por eso es importante que esté en la cueva. No importa que aporte con el bate menos de lo esperado.
En esta ronda regular no jugó. Se rumoró que entraría y el papá, José, hizo un bullicio en las redes sociales. El cuerpo técnico consideró que no estaba al 100 por ciento de sus condiciones y prefieron dejarlo que se preparara un poco más. Ahora está enn el lineup y apotando a los paquidermos.
“Tú sabes, yo tenía cinco meses sin jugar. Sólo llevo dos juegos. Pero eso viene”, Robinson Canó sobre su bateo, después de batear de 4-1, en el Juego #2 del Round Robin. Así le dijo a la gente de prensa de los verdes.
La idea es que Canó esté a la defensiva y aporte su experiencia en el infield. En los dos primeros compromisos, el mánager Fernando Tatis lo ha colocado como bateador designado. “Nosotros necesitamos que Canó comience a cubrir a la defensiva porque aportará mucho al equipo y allí es muy bueno”, dijo el gerente general de la Estrellas, Félix Peguero una vez finalizado el patido, en rueda de prensa.
Y es que Canó fue un pelotero de suma importancia en la serie semifinal del año pasado, cuando en 16 juegos dejó una línea ofensiva de .262/.324/.415 más un OPS de 739. A estos números se le agregan 14 remolcadas, siete dobles, un jonrón y nueve anotadas.
Esto es lo que esperan de él los paquidermos. Pero ya Canó dejó de ser Canó. Es un pelotero que ya no encaja en Grandes Ligas, sin trabajo actualmente para el verano y que vive de sus pergaminos. ¿Retiro en puertas? Ta vez, aunque en Lidom puede aún dar un poco y aportar a la causa de los verdes.
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