Un estudio de casi 2.000 niños ha comprobado que aquellos que declararon haber jugado a videojuegos durante tres horas al día o más obtuvieron mejores resultados en las pruebas de habilidades cognitivas relacionadas con el control de los impulsos y la memoria de trabajo en comparación con los niños que nunca habían jugado a videojuegos, según un estudio publicado.
Su autor principal, Bader Chaarani, profesor asistente de psiquiatría en la Universidad de Vermont, y sus colegas, analizaron datos del gran estudio en curso “Desarrollo Cognitivo del Cerebro Adolescente” (ABCD, en inglés), financiado por los Institutos Nacionales de Salud. Los investigadores se centraron en las respuestas del estudio, en los resultados de pruebas cognitivas y en imágenes cerebrales de unos 2000 chicos de 8 a 9 años divididos en dos grupos: aquellos que nunca jugaban videojuegos y los que lo hacían tres o más horas diarias.