El parque de deportes electrónicos más grande de Japón abrió el miércoles, y los defensores esperan que ayude a transformar el país detrás de los videojuegos clásicos como Super Mario y Zelda en un campeón que pueda enfrentarse a China en juegos competitivos.
Ubicado en tres pisos en la base de la emblemática Torre de Tokio, el parque ofrece espacio para la competencia de deportes electrónicos junto con los últimos simuladores de carreras, realidad virtual y juegos. Los jugadores japoneses han tardado en saltar a los deportes electrónicos, favoreciendo los juegos de consola de rol (RPG) de cosecha propia como “Final Fantasy” y “Dragon Quest” y títulos móviles como “Monster Strike”.
La reticencia japonesa a los deportes electrónicos contrasta con los vecinos Corea del Sur y China, donde el entusiasmo se refleja en la fuerza competitiva de los equipos en títulos multijugador para PC como “League of Legends” de Riot, con sede en California. China, donde los fabricantes de consolas han tenido problemas para avanzar debido a los obstáculos regulatorios, representará este año casi un tercio de los ingresos mundiales de deportes electrónicos, que se debe principalmente al patrocinio, según la firma de investigación Newzoo. El crecimiento de la transmisión en plataformas como Twitch de Amazon durante la pandemia de COVID-19 demostró ser un viento de cola para los deportes electrónicos, y se espera que los ingresos globales se acerquen a $ 1.38 mil millones este año, estima Newzoo.