Abogando al pasado de viejas glorias y grandes nombres, Globant Emerald se adentró a lo qué podía ser el último split en su corta carrera de la LLA. Descongeló a un Plugo, que a decir a verdad le sirvió en estancias menores, sacó de sus “años sabáticos” a Whitelotus que quería pasar más tiempo con su familia y a un Newbie que venía agotado de probar suerte con guardias norteamericanos de oro.
Con solo mencionar esos 3 nombres de la escena competitiva, parecía que GET tenía el carril de adentro para por lo menos, luchar puestos de post temporada. Pero la realidad fue otra; GET se vio como un equipo sin personalidad, con pocas luces y nada rescatable más allá del marketing en las redes. Lol evidenció que al ser un juego de equipo poco importan las experiencias, aquí lo importante es la sinergia. GET chocó de frente con una verdad absoluta en este juego; League Of Legends no perdona el óxido.
Este año más que nunca el MOBA rey de los deportes electrónicos demostró que la consistencia puede más que el conocimiento. Aquellas viejas glorias que una vez dominaron la grieta y tras un tiempo fuera volvieron, descubrieron que por lo cambiante del juego su experiencia no es definitiva.
Desde leyendas vivientes como Uzi, pasando por conocidos como Vizicsacsi, League Of Legends sigue que manifestando que el sacrificio más grande para triunfar en este juego es mantenerse activo y siendo capaz de adaptarte a los cambios. Aquí ya no cabe “lo que fui” solo funciona lo que soy.