Cuenta la leyenda que cuando los dioses ven mermada su popularidad entre los mortales, derraman una gota de su poder en un elegido, para así una nueva generación crezca viendo, admirando e idolatrando entes superiores, lograr hazañas más allá de su comprensión. Desde que el mundo se creó, cada generación tiene uno especialmente en el deporte: De la destreza de Pele al barrilete cósmico de Maradona, del Bambino, al 66 de Samy a los 100 de Chamberlain y el Aéreo de Jordan. Nos ponemos viejos adorando figuras, logros y marcas que en algún punto creímos estaba a nuestro alcance o éramos dignos de ella.
El deporte electrónico es un niño comparado con el tradicional, pero como deporte al fin necesitaba su gota de poder y así para estas fechas hace 26 años nació Faker. Dueño de un talento sin igual, gran dominio de las mecánicas del juego, amplia versatilidad de campeones y un liderazgo nato. Con apenas 17 años y siendo novato ganó su primer mundial, ahí comenzó el camino al olimpo. SK Telecom sabía que tenía al elegido entre sus filas, puso todo a su disposición y su fe fue recompensada: 10 títulos domésticos, 2 MSI y 3 Campeonatos mundiales después. T1 disfrutaba de poseer en su plantilla a la cara del juego. Y tras el éxito vienen las tentaciones, pero Faker se mantuvo firme y le pagó a T1 con la única moneda que necesitaba “Lealtad”. Con el característico temple que distingue a los asiáticos, Faker le dijo no al cheque en blanco de los Norteamericanos, a los 20 millones de los chinos y se hizo uno con T1 al volverse copropietario de la marca. Con esto le dijo al mundo “aquí nací, aquí moriré”
Hoy, con 26 años lejos del ocaso de su carrera, Faker lidera una camada de nuevos talentos, con autoridad dominó su liga local invicto y ahora pisa el terreno de Busan en busca de su 3er MSI, y otro mundial más. Parece inagotable lo que puede lograr y el 4to campeonato se asoma en el horizonte. El rey demonio con todo y que posee su inmortalidad, siendo el mejor jugador del mundo, sigue tranquilo, apacible, caminando entre mortales, rompiendo récords y ampliando su legado.