Algo tan simple como un dolor muscular debido a las horas frente a la PC, o una frustración por perder la final de un torneo en línea, fueron el inicio de una oportunidad más dentro del mundo de los videojuegos. Así empezaron a surgir nuevos puestos de trabajo dentro de un rubro cada vez más creciente que ya posee una estructura que no tiene nada que envidiarle a los principales deportes del mundo.
Esto demuestra que la incipiente industria de los deportes electrónicos puede dar trabajo a más personas, aparte de los jugadores. El sector habrá movido 1.084 millones de dólares al finalizar 2021, según las previsiones de los analistas, un 14,5% de incremento respecto a 2020. La audiencia también crecerá, un 10% hasta los 728,8 millones de espectadores. Y parte de esta actividad económica está arropada por esas nuevas profesiones, como director deportivo de un club, managers, personal médico, psicólogo deportivo o representante de jugadores. Sí, como en el fútbol, baloncesto o tenis.
El 2019 Esports Jobs Report, el último informe que ha publicado la plataforma de empleo en videojuegos Hitmarker, estimaba en 9.705 el número de trabajadores pagados en deportes electrónicos en 2019 en todo el mundo. Es una cifra aún discreta, pero supone un incremento de 111,39% respecto al año anterior.
David Alonso, director deportivo de Vodafone Giants, es uno de los que se ha inmerso en el rubro: “El sector ha cambiado completamente. Se ha profesionalizado muchísimo. Cada vez hay perfiles más formados, gente incluso que viene de otros sectores y se interesa por los esports para trabajar en esa industria. También hay muchas marcas interesadas. Y se ha vuelto un entretenimiento mucho más popular”.
Sus funciones recuerdan mucho a las de un entrenador de fútbol o baloncesto. Algo parecido a lo que ocurre con la misión de Alonso como director deportivo. Planificar, analizar al rival, estar en contacto con los jugadores, estar al tanto de sus necesidades y, por sobre todas las cosas, buscar talento en otros lugares.
Lo mismo con un preparador físico, cuyas funciones, aunque cueste creerlas, son las mismas por mas que el jugador sea de fútbol o de League of Legends: “Antes de cada entrenamiento del videojuego hacemos un calentamiento, de unos 10 o 15 minutos. Si ya han hecho algo de gimnasio por la mañana lo hago más específico de las zonas que involucra el estar sentado y el estar moviendo el ratón y usar el teclado”, declara Luis Cardona, preparador de Mad Lions, el cual también se encarga de la nutrición de los jugadores.
Por lo tanto, es lógico que también haya psicólogos a cargo de los equipos. “Se enseña a los jugadores habilidades que necesitan para rendir bajo presión, en competiciones. Y cuando tienen un bajo rendimiento se les ayuda a identificar qué es aquello que les está haciendo rendir peor para trabajar sobre ello”, declara Jaime Callejas encarga del sector mental en Movistar Riders.
El sector de los deportes electrónicos tiene las puertas cada vez más abiertas a perfiles diferentes. En puestos de oficina, dentro del cuerpo técnico de un equipo o de gestión de equipo te puedes ganar la vida en un rubro que ya dejó de ser un simple hobby y ya tiene que ser considerado como una actividad profesional más.