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El Hijo Ilustre de Andalucía, el que pudo ser pescador y allá en Cádiz, en el puerto de Santa María pasar su vida como tantos, como uno de esos célebres personajes de Blasco Ibáñez o de Pio Baroja; el que pudo ser tantas cosas a la vez y lo fue, lo sigue siendo…

Puede ser eso y también, el que siempre ríe y hasta llorando parece reír con esa mirada de eterno niño y el corazón enorme, enorme como son esos ojos saltones que a pesar de los años no han perdido el brillo de aquella primera vez.

Es la hora

El momento ha llegado, no lo queríamos creer, no pensábamos en eso, nos resignábamos a aceptar que pasaría pero pasó, el mítico Joaquín, la leyenda, el ídolo de multitudes en Sevilla, en Madrid, en Barcelona, en España toda, desde las Ramblas de Barcelona hasta la Pirineo; en unos días, Joaquín, ese guerrero ya legendario,  se despedirá de los terrenos como jugador.

Así llega el final para este espartano del balompié, 23 años después de aquel 3 de septiembre del 2000, cuando por aquel entonces, un chico avispado  de 19 saltó a la cancha frente al Recreativo de Huelva, en medio de los aplausos de una afición que había quedado encantada con su clase desde su irrupción en las filiales del Betis en 1997.

En la memoria de todos siempre estarán los recuerdos de aquella Copa del Rey en 2005 y de esa otra hace solo año, cuando como si de una especie de tótem se tratase, con su mera presencia, Joaquín ayudó a desandar el camino de un equipo que bajo la egida de Manuel Pellegrini estaba llamado a alcanzar grandes cosas.

Joaquín, “el eterno”

Es Joaquín Sánchez Rodríguez, Joaquín para todos, el que jugó más de 200 partidos durante su primera temporada con el  Betis y se hizo tan famoso, que por el acabaron interesándose tantos, Chelsea y  Liverpool por solo citar, pero era Joaquín, un tipo sencillo y terminó marchándose al Valencia y luego al Málaga y a la Fiorentina, para después, como los buenos  hijos regresar a casa.

En ese instante, allá por 2015, habían pasado sus años en la selección nacional, el Mundial de 2002, el de 2006, antes la Euro de 2004 y en 2007 contra Suecia vistió por última vez la franela de La Roja.

Adiós…

Joaquín se retirará al acabar esta temporada y al instante de darle forma a esta crónica, con siete encuentros por solventar en la Liga, solo una causalidad o la necedad de Pellegrini o el destino simplemente, lo dejarían a las puertas del récord histórico de la competición en manos de Andoni Zubizarreta con 622, pero Joaquín no piensa en eso, no quiere pensar mucho de hecho, ha entendido la vida a través de la pasión que emerge de la fiebre futbolera y sin eso no sabe lo que puede venir, por eso prefiere no pensar.

Y nos es Messi, ni Cristiano Ronaldo, ni Xavi Hernández, ni Sergio Ramos, ni Iniesta, no, es Joaquín, aquel que nació y creció en el Puerto de Santamaría y debió o pudo ser pescador o tantas otras cosas, pero se enamoró del fútbol, como pocos se enamoran y por ello, hoy, por ahora, le decimos adiós.