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Promediaban los 20′ minutos del primer partido de República Dominicana en mundiales de fútbol, Ronaldo se escapa por banda izquierda, y combina muy bien con Azcona, “taco a taco” se me mete en el área pero un jugador nigeriano lo derriba.. ¡PENAAAAAL! Exclamó todo el banco de suplentes. Walter Benítez se mete en campo y reclama al árbitro japonés del encuentro, ¡QUE LA REVISE EN EL VAR! vaya uno a saber en qué idioma, y si el asiático lo entendió, ¡pero funcionó!

Tras unos minutos de revisión, el vídeo reff convalida la jugada y da penal para los nuestros. Azcona, el encargado de patearlo, toma el balón con seguridad y serenidad. Remate bajo, arquero para otro lado y GOOOOLLLL dominicano. En ese histórico momento se empezo a escuchar una batería rápida y juguetona y la energía, despreocupada, comenzó a invadir todo suelo argentino.

Un dembow fue la chispa que generó el festejo que puso a bailar a los dominicanos. Azcona recuerda que en el seno de la concentración habían seleccionado el tema “Yo soy dominicano, dominicano” de los urbanos Dilon Baby y LeoRD. “Mariano (Pérez), el entrenador de la sub 17, se puso a bailar con nosotros y eso fue lo que él hizo, entonces nosotros lo copiamos“, recordó entre risas.

En el momento del festejo, al joven número 10 dominicano se le vino a la mente su tío fallecido hace dos años, a él dedicó el histórico gol que además ponía en ventaja a dominicana, también por primera vez en un Mundial. En su pensamiento también están las palabras de su abuela Mabel, quien suele enviarle mensajes de apoyo diariamente y que le levantan el ánimo cuando las cosas no salen bien.

“Ahora sueño con poder marcarle a Brasil e Italia”, aseguró desde el hotel que sirve de concentración en la ciudad de Mendoza, Argentina. Azcona no se da por vencido y va por más, aunque poco le importa si es él quien consigue los goles, “lo importante es pasar el grupo“, sentenció.

¿Seguirá sonando el dembow en tierras sudamericanas?