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Muchos dicen que con los resultados de España ante Alemania Luis Enrique está pagando “la traición” a José Luis Gayà. Cuando miras al campo ves la camiseta con el dorsal ‘14’ con el nombre de Alejandro Balde a la espalda. En un primer partido el jovenzuelo del Barça se miró bien, en ese segundo partido en el Mundial Qatar 2022 se le vio la presión nada más entrar. Una indecisión suya a los pocos segundos de saltar al césped le costó el gol a La Roja.

El azulgrana comprometió a Laporte después de un mal control y no estuvo contundente en defensa para corregir su error. No fue el culpable, pero sí responsable. Su entrada al campo demostró que, sobre todo para las grandes citas, está a años luz de un Jordi Alba que fue el mejor del partido. Es normal. Balde va a ser un cañón, ya ha empezado a serlo, pero está jugando un Mundial con 19 añitos. Tal vez a Gayà, con más de 300 partidos, un gol y dos asistencias a Alemania, no le hubiera pasado.

Muchos entienden que Luis Enrique fue injusto con el capitán, que José merecía estar ahí aunque fuera en el banquillo.

No obstante hay que reconocer todo lo bueno que está haciendo Luis Enrique en Catar. Es un gran entrenador. El asturiano es buen técnico, es buen gestor de grupos. Pero quizás no está tomando su responsabilidad sobre los señalamientos hizo a La Roja.

España y Alemania empataron ayer un encuentro que resultó útil para ambos países, pero las sensación fue amarga para España. Pues el equipo se mostró diferente con los cambios que realizó Luis Enrique, se desboronó. El dirigente perdió el control del encuentro tras quitar a Gavi por Koke e introducir a dos jóvenes futbolistas como son Nico Williams y Alejandro Balde en un momento que era necesaria su presencia para saber gestionar la ventaja en el marcador.

Resultó en que Alemania logró empatar a falta de diez minutos para la conclusión del encuentro. Y casi se ven oportunidad de ganar, viniendo esto propiciado por las citadas sustituciones.

Balde se mostró muy poco contundente en una muy peligrosa del terreno de juego en los diez minutos en los que participó tras sustituir a Jordi Alba. Por otra parte, Nico dispuso de varias ocasiones al contrataque que no supo aprovechar a pesar de su potencial físico a campo abierto. Sin embargo el poco aporte de Balde (y de Williams) no fue la mayor de las deficiencias. La actuación de Koke dejó demasiado que desear. Sustituyó a Marco Asensio en el minuto 66 y a partir de ese momento el juego se le fue de las manos a España. A pesar de que Pedri siguió en el césped, no hubo capacidad para mantener el esférico de la misma forma. Koke perdió balones a granel. Por poner en contexto: terminó el partido con 4 pérdidas, las mismas que Sergio Busquets que disputó la totalidad de los minutos.

Estas decisiones hicieron que Luis Enrique haya quedado muy cuestionado por cómo gestionó el encuentro.

Nos parece que Luis debió compartir la culpa, y no solo manifestar el incumplimiento de la expectativas tuvo para el partido de estas tres piezas en su conjunto.