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La noche del 28 de octubre se convirtió en un momento histórico para el fútbol español durante la ceremonia de entrega del Balón de Oro. Rodri, mediocampista central del Manchester City y pilar en la selección española, recibió el premio al mejor jugador del mundo, una hazaña que no se lograba para un jugador español desde que Luis Suárez Miramontes fue galardonado en 1960. Junto a él, Aitana Bonmatí brilló nuevamente al recibir por segundo año consecutivo el Balón de Oro femenino, consolidando su lugar como referente del fútbol mundial.

Este importante reconocimiento para Rodri llega tras una temporada en la que su rendimiento ha sido excepcional tanto en su club como en la selección nacional. Su papel fue fundamental en la victoria del Manchester City en la Premier League y su destacada actuación en la Eurocopa, donde fue clave para que España levantara el trofeo en Alemania, lo posicionó como un líder en la media cancha y merecedor de este prestigioso galardón. El evento, sin embargo, estuvo marcado por la notable ausencia del Real Madrid, equipo que decidió no asistir a la ceremonia en París tras conocerse que Vinicius Jr. no se llevaría el premio, generando una controversia en torno a los resultados finales.

La controversia del Balón de Oro y el debate brasileño

Desde el momento en que se anunció a Rodri como ganador, diversas figuras del fútbol, especialmente desde Brasil, mostraron su descontento con el resultado. Entre las críticas destacadas estuvieron las de los jugadores del Flamengo, Gabriel Barbosa y Lorran, quienes expresaron en redes sociales su desacuerdo, señalando que el premio había sido “injusto” y que, en su opinión, Vinicius Jr. debió ser el ganador. “La única persona que gana un premio sin hacer nada es Rodri,” comentaron los jugadores brasileños en un video que rápidamente se hizo viral. Estas declaraciones avivaron un debate sobre el criterio de votación, que involucra a 100 periodistas de los países mejor posicionados en el ranking FIFA.

Además, otros destacados futbolistas brasileños y cercanos a Vinicius Jr. se sumaron al debate, planteando la pregunta de si los méritos individuales del delantero del Real Madrid deberían haber tenido mayor peso en las votaciones. Sin embargo, la clasificación final dejó a Rodri como número uno, seguido de Vinicius Jr., Jude Bellingham, y otros grandes nombres como Erling Haaland y Kylian Mbappé.

Un año de logros para Rodri

El rendimiento de Rodri durante la temporada pasada fue tan impecable como decisivo. Su año comenzó con una derrota en la Community Shield ante el Arsenal, pero el mediocampista no tardó en demostrar su valía al liderar al Manchester City en la Supercopa de Europa, donde asistió en el único gol del partido que les dio la victoria sobre el Sevilla. En la Premier League, Rodri fue un baluarte en la media cancha, participando en 34 de los 38 encuentros, en los cuales registró 8 goles y 9 asistencias. Su récord de 74 partidos consecutivos sin perder con el City es una muestra del impacto que su presencia genera en el equipo y lo consagra como uno de los jugadores más consistentes y estratégicos del fútbol europeo.

El futbolista inglés Paul Scholes, figura emblemática del Manchester United, también defendió el reconocimiento a Rodri. En una reciente entrevista, Scholes expresó que considera al español un jugador superior a Vinicius en aspectos estratégicos y de visión de juego. “Rodri ilumina el campo para quienes aprecian la belleza de la táctica,” aseguró el exmediocampista, añadiendo que este premio representa un reconocimiento justo a la labor de los mediocentros, quienes suelen estar en la sombra de los delanteros.

La importancia de valorar el juego en equipo

En sus palabras de agradecimiento durante la gala, Rodri enfatizó el valor del trabajo en equipo, señalando que el éxito en el fútbol no es solo individual, sino que se logra a través de la colaboración y el esfuerzo colectivo. Este mensaje resonó con su estilo de juego y su papel de líder, un recordatorio de que el Balón de Oro también debe ser una celebración de todos aquellos jugadores que, sin destacar por sus goles, son esenciales para el rendimiento y éxito de sus equipos.