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El cierre de la jornada 26 de La Liga tenía nada menos que el Superclásico mundial entre Barcelona y Real Madrid en Camp Nou. Un récord de asistencia en la temporada, con 95 mil personas en el estadio, fueron testigos de un partido que empezaba con los blaugrana 9 puntos arriba de los blancos.

La apertura del marcador vino al minuto 9 de la manera más inesperada, porque Barcelona era mejor, pero en una internada por la izquierda de Vinicius, tras un centro que parecía inocuo del brasilero, el balón se desvió en la cabeza del defensor uruguayo Araujo, y terminó metida en el fondo del arco blaugrana concretando una ventaja inicial para Real Madrid.

Barça pasó el primer tiempo intentando aproximarse pero el empate llegó en el último minuto antes del descanso por una serie de rebotes que la defensa de Real Madrid no terminaba de despejar, y al tercer intento fue Sergi Roberto que abrió bien el pie derecho y puso el balón a la izquierda de Courtois, inalcanzable para el arquero belga.

Si bien las incidencias principales del primer tiempo pasaron por las anotaciones, el Barça concluyó el primer tiempo con el 53% de posesion de balón y 5 intentos al arco, contrastados con apenas 1 remate al arco de Real Madrid.

El segundo tiempo trajo poca oportunidades claras para Barcelona y Real Madrid, pero en los últimos diez minutos se volvió un toma y dame, con Real Madrid volcado sabiendo que para mantener chances de pelear realmente por La Liga, necesitaban salir de Camp Nou con los tres puntos. Incluso Asensio terminó anotando lo que parecía ser la victoria de Real Madrid, pero el tanto fue correctamente invalidado con la asistencia del VAR debido a una clara posición adelantada.

Pero terminó ocurriendo lo contrario. En el descuento del segundo Barça terminó de inclinar la balanza a su favor con un centro atrás de Baldé que cruzó rasante el área y encontró la cara interna del pie derecho de Frank Kessié, y el volante marfileño anotó el gol que no sólo vale ganar otro clásico sino empezar a cariciar el título de La Liga.