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Este domingo Barcelona visitó el usualmente difícil San Mamés para enfrentarse al Athletic Bilbao, sabiendo que de perder encararía el Súper Clásico el próximo domingo con una ventaja muy distinta, pero si sumaba, mantenía la calma con la que ha venido transitando La Liga hasta el momento. Hoy además empezaron el partido con los regresos de Lewandowski y Gavi en el once inicial.

En una buena primera media hora, ambos clubes tuvieron oportunidades de abrir el marcador, ninguna más clara que el cabezazo de Raúl García al minuto 34, que terminó estrellándose en el travesaño. El primer tiempo tuvo muy ritmo y tanto Agirrezabala como Ter Stegen tuvieron ocupaciones para intentar mantener sus respectivos arcos en cero.

Pero, justo al final del primer del primer tiempo, ya en el descuento, Busquets en una segunda jugada dejó sólo con su pase a Raphinha, y el brasilero definió muy bien para mandar el encuentro al descanso con ventaja por la mínima para el Barça.

Barcelona era peligroso pero no concretaba y en los últimos minutos Athletic apretó y generó situaciones, lo que al final por poco capitaliza en una contra porque al minuto 87, en la que Iñaki Williams definió muy bien sólo ante Ter Stegen, pero la jugada había tenido su génesis en una mano de Muñaín en la mitad del campo, por lo que, a instancias de VAR el tanto no fue convalidado.

Ya en el descuento Barça tuvo también una cuota de suerte, sacando de la línea hasta tres remates directos del Athletic, con intervenciones de Ter Stegen, Koundé y Marcos Alonso en defensa. Ahora Barcelona recibirá el próximo domingo a Real Madrid en Camp Nou e intentará dar un golpe en la mesa que le permita transitar el resto de La Liga con muchísima tranquilidad.