La rivalidad más legendaria del fútbol español se traslada este fin de semana a Sevilla, donde el Estadio de La Cartuja será testigo de un nuevo episodio del clásico entre el FC Barcelona y el Real Madrid. Esta vez, con la Copa del Rey en juego, el duelo no solo pondrá a prueba el orgullo de dos instituciones históricas, sino también el presente competitivo de dos proyectos con trayectorias contrastantes. El Barça llega encendido y con la ambición de conquistar su primer título del año, mientras que el Madrid necesita con urgencia esta copa para evitar un año sin conquistas.
Un Barcelona en estado de gracia
El equipo dirigido por Hansi Flick llega a la cita decisiva en plena ebullición futbolística. Líder absoluto de LaLiga EA Sports, clasificado a las semifinales de la Champions League donde enfrentará al Inter de Milán, y con un juego ofensivo arrollador, el conjunto azulgrana tiene la oportunidad de dar el primer paso hacia un triplete que parecía impensado al inicio del curso.
A pesar del desgaste físico que implica competir en tres frentes, el equipo no ha bajado el ritmo. En su último compromiso liguero derrotó al Mallorca en casa, demostrando profundidad de plantilla y compromiso táctico. Flick ha sabido gestionar el plantel con sabiduría, y aunque no podrá contar con su goleador Robert Lewandowski —baja sensible por lesión—, las alternativas ofensivas han respondido con creces a lo largo de toda la campaña copera.
El Real Madrid busca redención en La Cartuja
Para el equipo de Carlo Ancelotti, la final representa una oportunidad de oro para no despedirse de la temporada con las manos vacías. Segundo en LaLiga y ya eliminado de la Champions League, el conjunto merengue ha tenido un camino accidentado, pero heroico, en esta Copa del Rey.
Su clasificación a la final fue un drama épico que se resolvió recién en la prórroga ante la Real Sociedad, con un cabezazo salvador de Antonio Rüdiger en los últimos minutos. Ancelotti, que ha lidiado con lesiones y altibajos durante toda la campaña, espera contar con Kylian Mbappé desde el arranque. El astro francés, que fue decisivo en las fases anteriores, se perfila como una de las figuras a seguir.
Un duelo que ya tiene historia reciente
Este clásico no será el primero de la temporada. De hecho, será el tercero, y el historial reciente favorece con contundencia al Barça. En la Supercopa de España, los azulgranas se impusieron por un categórico 5-2, mientras que en LaLiga asestaron otro golpe al orgullo blanco con un contundente 0-4 en el mismísimo Santiago Bernabéu.
La dinámica favorece claramente a los catalanes, pero los clásicos, y más aún en una final, tienen una lógica propia. El Madrid sabe reponerse en escenarios de alta presión, y cuenta con hombres experimentados como Luka Modric, Toni Kroos y Vinicius Jr. capaces de inclinar la balanza.
Física al límite, motivación intacta
Ambos conjuntos afrontan el duelo con una agenda apretada. El Madrid viene de visitar al Getafe a mitad de semana, mientras que el Barcelona jugó en casa ante el Mallorca. A pesar del mínimo margen de recuperación, la energía de un clásico y la posibilidad de levantar un título renuevan el espíritu de los jugadores.
En partidos como este, la preparación emocional vale tanto como la táctica. Flick ha insistido en mantener la intensidad sin descuidar el orden defensivo, y Ancelotti, por su parte, apela a la capacidad de su plantilla para resistir y golpear cuando menos se lo espera. El duelo promete ser una batalla cerrada, con muchos matices estratégicos y protagonismo de figuras clave.
Una final que puede marcar el rumbo de la temporada
Más allá del trofeo en juego, esta final puede tener repercusiones profundas en lo que resta de la temporada para ambos equipos. Para el Barça, conquistar la Copa del Rey no solo le brindaría una alegría inmediata, sino que impulsaría su confianza de cara al tramo definitorio de Liga y Champions. Para el Real Madrid, representa prácticamente su última oportunidad de celebrar un título este curso.
La presión es distinta, pero igualmente intensa en ambos banquillos. Flick podría coronarse en su primera temporada con un título nacional, mientras que Ancelotti, siempre cuestionado en los momentos claves, necesita salir campeón para evitar que el curso sea considerado un fracaso.
La Copa del Rey 2025 tendrá en su final un capítulo estelar entre dos gigantes que juegan por más que un trofeo: orgullo, historia y presente están en juego en una noche que promete emociones desbordantes. La Cartuja será el escenario donde el Barcelona buscará consolidar su candidatura al triplete, y el Real Madrid intentará salvar su temporada en un clásico que ya se anticipa inolvidable. El fútbol español se detiene para mirar este duelo colosal que definirá mucho más que un campeón.