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36 años tuvieron que pasar para que Argentina volviera a levantar la Copa del Mundo de la FIFA. Toda una generación que aún se privaba de ver al equipo albiceleste lograr su tercer título mundial. Pero todo eso se cortó en Qatar 2022 con la final ganada a Francia y con Lionel Messi, emblema del fútbol argentino de los últimos años, pudiendo consagrarse con el trofeo más deseado.
Por eso, el Presidente de la Nación Alberto Fernández decretó feriado nacional para el día martes, jornada en la que el plantel argentino recorrería las calles de Buenos Aires en un micro descapotable para ofrecer la Copa a los cientos de miles de personas que se reunieron para seguir la caravana con el plantel.
Los jugadores y cuerpo técnico arribaron al país ayer por la madrugada en un vuelo que inició en Doha e hizo escala en Roma para luego llegar al país sudamericano. Después de un breve descanso y desayuno, se subieron al micro para salir desde Ezeiza (ciudad a unos 35 km al sur del centro de la Ciudad de Buenos Aires) hacia el Obelisco, donde estará el núcleo de los festejos.
Según trascendió, los jugadores también harán una escala en la Casa Rosada, sede del Gobierno Nacional, para salir al tradicional balcón donde se suele celebrar la asunción de nuevos mandatarios e, incluso, donde Diego Maradona salió a mostrar la Copa obtenida en 1986. Pero la condición de la comitiva fue que no haya figuras políticas durante la celebración.
Cifras cercanas al millón de personas (o incluso más) se agolparon en los alrededores del Obelisco y de los principales accesos por donde pasará la comitiva. Incluso, varias horas antes del paso del micro ya estaba la ciudad totalmente frenada con el mítico monumento rodeado de gente.