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Brasil atraviesa una nueva era bajo la conducción de Carlo Ancelotti, y la sintonía entre el plantel y el entrenador italiano no tardó en aflorar. En la antesala del compromiso frente a Paraguay por las Eliminatorias Sudamericanas, fue Casemiro quien alzó la voz para respaldar al nuevo director técnico. El exvolante del Real Madrid, hoy en el Manchester United, dejó definiciones fuertes: habló de compromiso, de liderazgo y de identidad, en un contexto de renovación para la Canarinha.

Una vuelta con mensaje: Casemiro, más vigente que nunca

Luego de casi dos años de ausencia en la Selección, Casemiro volvió a enfundarse la camiseta de Brasil con una premisa clara: ganarse su lugar por rendimiento y no por vínculos personales. El mediocampista fue dirigido por Ancelotti durante una etapa dorada en el Real Madrid, pero se encargó de desmentir cualquier favoritismo.

“No regresé por conocer al entrenador, sino porque estoy jugando bien y porque lo merezco”, sentenció en conferencia de prensa, con un tono firme. El futbolista de 32 años vuelve a la escena internacional sabiendo que su voz pesa en el vestuario y que, con un nuevo proceso en marcha, su experiencia puede ser determinante.

“Somos soldados de Ancelotti”: el vestuario, alineado

Casemiro fue aún más contundente al describir el ambiente interno que se vive bajo el mando de Ancelotti: “Somos soldados del seleccionador. Todos estamos comprometidos con este proceso y con lo que representa vestir la camiseta de Brasil”. Su declaración no solo marca una postura personal, sino que también refleja un sentir colectivo. La plantilla brasileña parece haber recibido al DT italiano con los brazos abiertos y una actitud de entrega absoluta.

El volante también destacó una de las principales fortalezas del técnico campeón de Europa: “Su relación con los jugadores, la cercanía y la humanidad son sus grandes virtudes. Eso marca la diferencia”, remarcó. En un vestuario lleno de figuras, el aspecto emocional y el manejo de grupo se vuelven clave, y Ancelotti parece haber dado en la tecla.

Ancelotti pide tiempo y reconoce falencias

El propio Carlo Ancelotti también tomó la palabra en la previa del cruce frente a Paraguay y ofreció un diagnóstico realista. Luego del empate sin goles ante Ecuador, su debut oficial con Brasil, el entrenador italiano reconoció que hay mucho por mejorar: “El fútbol es pasión y presión. Sabemos que la crítica es parte del juego y depende de lo que mostramos en la cancha. Necesitamos tiempo”, afirmó.

Sin eludir responsabilidades, Ancelotti remarcó que el primer encuentro dejó “luces y sombras” y que el equipo aún está en pleno proceso de construcción. Además, valoró al conjunto paraguayo dirigido por Gustavo Alfaro: “Es un rival exigente, bien trabajado, que nos va a plantear un partido difícil”.

Expectativas altas y compromiso absoluto

La llegada de Ancelotti a la selección más ganadora de la historia no pasó inadvertida. Su figura genera respeto dentro y fuera del campo, y su gestión ya empieza a mostrar señales de cohesión. “El amor del pueblo brasileño por su selección genera una enorme expectativa. Eso es una motivación para nosotros, no una carga”, concluyó el italiano.

Con Casemiro como estandarte y una nueva generación dispuesta a dejar huella, Brasil comienza a caminar bajo una nueva conducción. La visita de Paraguay será una nueva prueba en el camino de reconstrucción que afronta la Verdeamarela.

La Canarinha tiene nuevo comandante, y sus hombres están listos para seguirlo. Casemiro lo dejó en claro: Ancelotti ya se ganó al grupo con liderazgo y cercanía. En medio de una etapa de transición, Brasil apuesta por la experiencia, el orden y la unidad. Frente a Paraguay, buscará dar el primer gran paso de esta nueva era.