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Este domingo 7 de julio, el estadio NRG de Houston, Texas, albergará la esperada gran final de la Copa Oro 2025, en la que México y Estados Unidos se medirán una vez más en el choque más trascendente del fútbol de la Concacaf. No se trata solo de una disputa por el trofeo continental, sino de una contienda por la supremacía histórica de la región.
Un clásico que ya es tradición en las finales
La rivalidad entre México y Estados Unidos ha alcanzado niveles icónicos, especialmente en el contexto de la Copa Oro. La del sábado será la octava final entre ambas selecciones en este certamen, consolidando su condición de clásico absoluto del fútbol del área.
En los siete cruces anteriores en finales, el Tricolor ha salido victorioso en cinco ocasiones, incluyendo goleadas que marcaron época, como el 4-0 de 1993, el 5-0 de 2009 y el 4-2 de 2011. En todos esos encuentros, la selección mexicana supo imponer su jerarquía ofensiva y su dominio estratégico.
Por su parte, Estados Unidos se impuso en dos finales clave: la de 2007, con un ajustado 2-1, y la más reciente en 2021, cuando venció por 1-0 en tiempo suplementario con un tanto de Miles Robinson, en una noche que dejó heridas abiertas en el combinado mexicano. Esa derrota sigue viva en la memoria del Tri, y esta nueva final es vista como una oportunidad para saldar cuentas pendientes.
El camino a la final: dos potencias que no dieron margen al error
Ambos equipos llegan invictos a la definición y con caminos sólidos que reflejan sus aspiraciones.
México fue primero en el Grupo A, tras vencer a República Dominicana (3-2), a Surinam (2-0) y empatar sin goles con Costa Rica. En cuartos de final superó sin sobresaltos a Arabia Saudita (2-0), y en semifinales derrotó a Honduras (1-0) en un partido ajustado, gracias a un gol solitario de Raúl Jiménez, uno de los emblemas de esta campaña.
Por su parte, Estados Unidos dominó el Grupo D, con una goleada sobre Trinidad y Tobago (5-0), victoria ante Haití (2-1) y un trabajado 1-0 frente a Arabia Saudita. En cuartos de final empató 2-2 con Costa Rica y avanzó mediante la definición por penales, mientras que en semifinales venció 2-1 a Guatemala, con una actuación estelar de Diego Luna, quien se ha convertido en la gran revelación del torneo.
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— Selección Nacional (@miseleccionmx) July 6, 2025
Más que una final: el dominio de la región está en juego
México parte como máximo ganador histórico del torneo, con 12 títulos en su palmarés, mientras que Estados Unidos ostenta 7 coronas y busca recortar distancias. Más allá del trofeo, el encuentro representa una batalla por el liderazgo regional y el orgullo nacional, un duelo de estilos, generaciones y proyectos deportivos.
Para Javier Aguirre, esta final podría ser mucho más que un título: se trataría de la consagración definitiva como uno de los entrenadores más influyentes en la historia reciente del Tri. Una victoria lo consolidaría como el técnico más exitoso del combinado azteca en este certamen, en una noche que podría quedar marcada para siempre en los libros del fútbol mexicano.
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