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La presión por el rendimiento del Real Madrid aumentó esta semana luego de caídas consecutivas frente a Barcelona (0-4) y AC Milan (1-3). En medio de los conflictos internos, Carlo Ancelotti convocó una reunión urgente en el centro de entrenamiento de Valdebebas, donde jugadores y cuerpo técnico mantuvieron un diálogo sin concesiones. La tensión latente en el vestuario reflejó el peso de los resultados y dejó entrever que el club merengue busca soluciones de inmediato para salir de este bache en el que se encuentra en ambas competiciones.
La derrota frente a AC Milan como detonante
La derrota en Champions frente al Milan se convirtió en el catalizador de una de las reuniones más tensas de la temporada, según informó el diario Marca. Ancelotti, con el respaldo de la directiva, utilizó análisis detallados y videos para evidenciar los errores tácticos y la falta de actitud mostrada en el campo. La reunión se tornó crítica y reveladora: el técnico italiano no ocultó su descontento y expresó de manera directa su visión sobre el bajo rendimiento del equipo en los últimos partidos.
El emblemático capitán Luka Modric, junto a los subcapitanes Dani Carvajal, Lucas Vázquez y Federico Valverde, también participaron en este encuentro, compartiendo sus opiniones sobre la necesidad de mejorar en la cancha y en actitud. Modric expresó que, con la calidad del plantel, esperaban que un buen resultado fuera cuestión de tiempo, y que este mal momento podría servir como un punto de inflexión en la temporada.
Tensión en el entrenamiento
Después de la charla, la práctica del equipo reflejó la tensión latente en el grupo. Los ejercicios de ese día se vieron interrumpidos en varias ocasiones, con chispas y momentos de alta intensidad que, según Marca, llevaron al cuerpo técnico a permitir pausas para evitar conflictos mayores. Esta práctica llena de tensión y de una alta carga emotiva reflejó el ambiente que se vive en el club, donde cada error parece pesar más en una temporada plagada de expectativas y cambios.
Los desafíos por delante
A la tensión en el vestuario se suma la situación de Real Madrid en la tabla de La Liga, donde se encuentra a seis puntos del líder Barcelona. En Champions League, el equipo ocupa el 18° lugar y necesita sumar puntos urgentemente para entrar entre los ocho equipos que pasarán directamente a octavos de final. Esta presión aumenta con la reciente llegada de Kylian Mbappé, quien hasta el momento ha mostrado un rendimiento irregular, y la baja por lesión del defensa brasileño Éder Militao, que sufrió la rotura de ligamentos cruzados.
A pesar de la victoria por 4-0 ante Osasuna, resultado impulsado por una sobresaliente actuación de Vinicius Jr, quien anotó tres goles, los conflictos internos del equipo reflejan la presión a la que está sometido. Ancelotti se reunió con el presidente Florentino Pérez tras la derrota en el clásico, transmitiendo tranquilidad, pero dejando claro que el equipo necesita mejorar su desempeño colectivo y su cohesión en el campo.
La prueba de fuego para Ancelotti y el Real Madrid
Los últimos días han puesto a prueba la fortaleza y unidad del Real Madrid. Carlo Ancelotti enfrenta un desafío crucial en una temporada en la que las expectativas son altas y los errores cuestan caros. La presión por el rendimiento de figuras como Vinicius Jr y Kylian Mbappé, la competencia en La Liga y la necesidad de avanzar en la Champions League plantean una prueba de fuego. Los próximos partidos determinarán si el Real Madrid puede superar este bache y consolidarse nuevamente como un equipo dominante en Europa y España.