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La selección uruguaya se enfrenta no solo a los desafíos en el campo de juego, sino también a tensiones internas que amenazan con afectar su rendimiento en las Eliminatorias Sudamericanas. El detonante de esta crisis ha sido el malestar expresado por jugadores como Luis Suárez y Agustín Canobbio, quienes criticaron las rígidas medidas de Marcelo Bielsa dentro del equipo. A solo horas de su enfrentamiento contra Perú, la Celeste busca encontrar una solución para volver a enfocarse en lo deportivo.

Todo comenzó cuando Suárez, en una entrevista, reveló que las condiciones en el Complejo Celeste, donde se entrena la selección, habían cambiado drásticamente bajo la dirección de Bielsa. Según el delantero, las nuevas reglas afectaban tanto a los jugadores como al personal del equipo, creando un ambiente tenso y distante. “Es doloroso ver cómo los empleados ya no pueden interactuar con nosotros como antes, incluso en algo tan simple como compartir una comida”, confesó Suárez.

Estas declaraciones resonaron no solo entre los aficionados, sino también dentro del vestuario, donde el ambiente ya estaba cargado. Agustín Canobbio, en otra entrevista, respaldó a Suárez y mencionó que tuvo un enfrentamiento directo con Bielsa debido a lo que consideraba una falta de respeto constante por parte del entrenador. “No tengo pelos en la lengua, y cuando algo no está bien, lo digo de frente”, afirmó Canobbio.

Ante la creciente polémica, las reuniones en el Complejo Celeste comenzaron a ser frecuentes. El primer encuentro, llevado a cabo con la presencia de dirigentes de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y jugadores clave como Federico Valverde y José María Giménez, tuvo como objetivo abordar las incomodidades que generaban las normas impuestas por Bielsa. Según varios medios, aunque la charla fue intensa, se logró un primer paso hacia la reconciliación.

Sin embargo, las tensiones no se disiparon por completo. A medida que el equipo se prepara para su partido contra Perú, los líderes del vestuario y el cuerpo técnico sostuvieron otra reunión, esta vez sin la presencia de dirigentes, para tratar de encontrar una solución definitiva. Federico Valverde, referente del Real Madrid, defendió la importancia de hablar los problemas internamente: “Siempre es mejor ser sincero y solucionar las cosas dentro del equipo”.

A pesar de las diferencias, la selección uruguaya sabe que el tiempo apremia. Con el enfrentamiento contra Perú a la vuelta de la esquina, y un largo camino por recorrer rumbo al Mundial de 2026, jugadores y cuerpo técnico se han comprometido a trabajar juntos para superar este momento crítico. Con la mira puesta en lograr un ambiente más armonioso, la Celeste buscará redirigir su atención hacia lo que mejor saben hacer: competir en el más alto nivel. La verdadera prueba para Bielsa y sus dirigidos será si pueden traducir estos esfuerzos en resultados dentro de la cancha.