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Con el 4-0 en el bolsillo, el FC Barcelona visita al Borussia Dortmund en busca de sellar su boleto a las semifinales de la Champions League, una instancia que no pisa desde la temporada 2018-19. Sin embargo, Hansi Flick deberá reacomodar piezas ante un escenario de bajas sensibles.
El equipo catalán viaja a Alemania con la tranquilidad del resultado obtenido en Montjuïc, pero con la lista de lesionados al alza. A las ausencias de larga duración del arquero Marc-André ter Stegen y del juvenil Marc Bernal, se suman las de Marc Casadó y Alejandro Balde, dos nombres que, aunque no titulares indiscutibles, formaban parte del recambio habitual del técnico alemán.
Casadó quedó fuera por una rotura parcial del ligamento lateral externo de la rodilla derecha, mientras que Balde, que debió salir lesionado en el último partido ante Leganés, padece una lesión distal del bíceps femoral del muslo izquierdo. Aunque el club no dio un parte definitivo, se estima una baja de tres semanas, lo que también lo deja en duda para la final de la Copa del Rey.
Del otro lado, el Borussia Dortmund de Niko Kovac llega obligado a firmar una noche épica en el Signal Iduna Park. La goleada sufrida en la ida los dejó al borde del abismo, y por si fuera poco, tampoco contará con tres de sus piezas clave. Marcel Sabitzer está fuera por una rotura del ligamento interno de la rodilla, Filippo Mané arrastra una lesión muscular, y Nico Schlotterbeck se despidió de la temporada con un menisco roto.
Ambos equipos llegan con lo justo desde lo físico, pero la ventaja en el marcador y la solidez mostrada en la ida colocan al Barça como amplio favorito. Aun así, Flick no quiere relajaciones: sabe que el Dortmund es fuerte en casa y que cualquier exceso de confianza puede costar caro en una competencia que no perdona.
El martes será noche de Champions, de tensiones y de sueños en juego. Barcelona busca volver a estar entre los cuatro mejores de Europa. Dortmund quiere escribir una página histórica. Lo único seguro: será un partido para no pestañear.
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