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El Santiago Bernabéu, una de las joyas arquitectónicas del fútbol mundial y hogar del Real Madrid, atraviesa tiempos turbulentos en medio de su transformación. El proyecto, diseñado para convertir al icónico estadio en un referente global no solo en el deporte, sino también en el entretenimiento, está enfrentando múltiples desafíos. Florentino Pérez, presidente del club, ahora se enfrenta a una serie de obstáculos que ponen en riesgo los ingresos millonarios previstos y la expansión de su uso más allá de los partidos de fútbol.

El estadio blanco, ubicado en el barrio madrileño de Chamartín, se ha posicionado como uno de los principales escenarios para conciertos en la capital española, desplazando incluso al Metropolitano. Estrellas internacionales como Karol G, Duki y Taylor Swift ya han llenado sus gradas con miles de fanáticos. Sin embargo, no todo ha sido un éxito. Las continuas quejas de los vecinos por los altos niveles de ruido han provocado la suspensión de varios conciertos, afectando a artistas como Aitana, Lola Índigo y Dellafuente, quienes no podrán actuar en el estadio al menos hasta abril de 2025.

A pesar de la incorporación de tecnologías avanzadas como una cubierta retráctil y un videomarcador de 360º, el estadio carece de un sistema efectivo de insonorización. Esto ha generado un creciente malestar en la comunidad local, que ha visto su tranquilidad perturbada por los eventos extradeportivos. Ahora, se cuestiona si en la próxima primavera estos eventos podrán retomarse, lo que afecta significativamente los ingresos previstos por la explotación del recinto para conciertos.

Pero los problemas no se limitan al ruido. El mega proyecto del Santiago Bernabéu, que busca transformar el estadio en un centro de ocio y entretenimiento, más allá de los partidos de fútbol, también ha encontrado trabas legales. Un tribunal de Madrid ha ordenado la paralización de las obras en los alrededores del estadio, donde se construían dos aparcamientos subterráneos y un túnel, obras que cuentan con la autorización del Ayuntamiento de Madrid, pero que ahora están en espera de una resolución judicial definitiva.

Estos contratiempos están teniendo un impacto significativo en los ingresos del club. Se estima que el Real Madrid perderá alrededor de 400 millones de euros que esperaba obtener de la explotación del Santiago Bernabéu como centro de entretenimiento. Aunque el club ha destacado que la finalización de las obras tendrá un efecto positivo a largo plazo en sus finanzas, las complicaciones actuales ponen en riesgo esa recuperación. El club deberá sortear estos obstáculos legales y técnicos si desea que el proyecto Bernabéu llegue a su plena capacidad operativa en la temporada 2024/25.

Florentino Pérez y su equipo enfrentan un reto monumental: salvar el proyecto más ambicioso del club y asegurar que el Santiago Bernabéu no solo sea un símbolo del fútbol mundial, sino también un epicentro cultural y económico para Madrid.