Cómico, tragicómico hasta ser casi grotesco, como un bufo, como una obra de teatro ha sido lo del Barcelona en esta temporada; emergieron de la nada para renacer y volver a soñar en grande, pudieron ganar un titulo incluso pero así, como sopla el aire se desinflaron y hoy, apuntan a nada otra vez.

Con música y todo incluido y en vez de dos tuvieron tres actos, comienzo, desarrollo y final; una clásica pieza de las tablas y en el momento menos oportuno se cayeron las máscaras.

El final

Como un canto de cisne, como el último grito, quizás hasta El grito así, a secas y la célebre pintura de Eduard Munch da la noción exacta del desespero, de la agonía y eso fue lo que vivió el Barcelona hoy en la Liga Española, intentando mantener incluso la ilusión de remontar el campeonato ante el Real Madrid.

Once minutos de descuento y el tiempo parecía eterno, como si se detuviera allí en ese rincón de Cataluña y parecía que en cualquier momento el Barca empataría, incluso alguien habló de remontada también pero así y todo, los catalanes nunca se encontraron en el campo.

Y fue así, desde el comienzo, desde ese gol tempranero de Alváro García para calmar los ánimos y enfriar los cánticos de la afición.

Los de Vallejas ya habían ganado en la ida y soñaban escribir otra bonita página en la historia del club hoy en el Camp Nou.

En buena lid

Y sucedió y no fue un milagro no, el Rayo luchó su partido desde el comienzo, cerrando espacios y buscando solventar con algún que otra pase largo una genialidad o un chispazo de suerte para sus delanteros.

Con el gol de García, el equipo de Andoni Iraola se metió atrás, el guión daba un giro a su favor, todo era cuestión de sangre fría y con el portero Dimitrievski en plenitud, las cartas estaban tiradas sobre la mesa.

Xavi buscó, nunca dejó de hacerlo y volvió a probar con su tridente clásico, Dembelé, Ferrán Torres y Abaumeyang; le había traído suerte ante la Real Sociedad pero hoy la suerte se fue de viaje, nada salió.

El tiempo en contra

Y el reloj comenzó a caminar y la presión empezó a surtir efecto, los culés empezaron a equivocarse incluso y los errores le crearon buenas opciones al Rayo pero jamás finalizaron.

Hubo un momento del juego que las cosas funcionaron de modo automático para el elenco de Xavi; desborde por los bandas y centro al área, a como saliera y nada más; entonces ya a mediados del segundo tiempo el libreto se perdió.

Y podían dar once, quince y hasta otro tiempo que el gol no iba a llegar, el Barca era un equipo sin alma, de aquella escuadra que goleó al Real Madrid en el Santiago Bernabe solo quedaba el recuerdo.

Más allá del juego

Con su victoria, el Rayo Vallecano se aseguró en Primera División, con su derrota, el Barca hace regresar los fantasmas de la tragedia y en este minuto con 63 unidades son segundos por el gol average pero en la realidad están amenazados por el Betis de quedar fuera de Champions.

La diferencia entre el Barcelona y el Betis es de 6 unidades quedando cinco fechas, que es igual a quince puntos y como esta el escenario todo es posible.

Con más probabilidad después del triunfo de los andaluces ayer en la Copa del Rey.

El orgullo

Igual por orgullo, el segundo lugar es un duelo a muerte con el Sevilla y el Atlético de Madrid y aquí no hay nada decidido.

El escenario quedó servido para el Real Madrid, que puede coronarse el próximo sábado de local ante el Español.

Los blancos le sacan quince puntos a Barcelona y Sevilla y esto es lo que está en juego ahora mismo; por tanto de ganar el equipo merengue u obtener un resultado similar a sus rivales serían campeones con cuatro fechas de antelación.

Y así, otra vez, regresan a la memoria las secuencias del año futbolístico del Barcelona y lo que le resta a la afición es cruzar los dedos para que la Xavineta no se acabe de ir por el barranco y entonces en agosto empezar de cero otra vez.