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En el camino hacia el Mundial, no todos los obstáculos son futbolísticos. Este martes, la selección chilena se mide ante Bolivia en un escenario donde el verdadero rival es la altitud. Se trata del Estadio Municipal de El Alto, ubicado a 4.150 metros sobre el nivel del mar, un nuevo bastión del fútbol altiplánico que ha resultado casi impenetrable para los visitantes. Con condiciones físicas extremas y una atmósfera compleja para competir, la Roja enfrentará un desafío tan deportivo como fisiológico.
Un estadio desafiante: el Municipal de El Alto, una trampa en las alturas
Lejos de la tradicional sede de La Paz, Bolivia ha optado por trasladar sus partidos como local a El Alto, una ciudad ubicada a pocos kilómetros de la capital pero aún más elevada. Desde la fecha 7 de estas Eliminatorias Sudamericanas, el seleccionado verde comenzó a utilizar este nuevo reducto, dejando atrás al histórico Hernando Siles (3.650 metros de altitud) para apostar por un entorno aún más inhóspito.
El Estadio Municipal de El Alto, inaugurado en 2017 y con una capacidad para 25.000 espectadores, se ha transformado en una fortaleza inexpugnable: cuatro partidos oficiales, ninguna derrota. Allí, Bolivia se impuso con contundencia 4-0 ante Venezuela, superó 1-0 a Colombia, igualó 2-2 con Paraguay y rescató un empate sin goles frente a Uruguay.
La altitud, un arma estratégica de Bolivia
Si históricamente la altura fue una aliada para la selección boliviana, en El Alto esa ventaja se ha potenciado. Los 500 metros extra con respecto a La Paz hacen la diferencia. La adaptación es casi imposible para los rivales que arriban a disputar un solo encuentro. El oxígeno escasea, la pelota vuela más rápido, y la resistencia física se pone a prueba desde el primer minuto.
Óscar Villegas, actual entrenador interino del conjunto boliviano, sabe que este contexto es clave para competir ante selecciones superiores en lo técnico o lo táctico. Por eso, cada partido en El Alto no es solo una cita futbolística: es una batalla de resistencia.
Chile, entre el desafío físico y la urgencia futbolística
La Roja llega al compromiso con la necesidad de sumar puntos que le permitan mantenerse en la conversación por un cupo al Mundial. Pero más allá del juego, el plantel deberá afrontar una condición climática y geográfica que no tiene parangón en el fútbol de selecciones. Preparación específica, hidratación constante y rotación de esfuerzos serán claves para sostener el ritmo a más de 4.000 metros de altitud.
Para los futbolistas chilenos, acostumbrados a competir a nivel del mar o en climas más benignos, el duelo en El Alto representa un obstáculo sin precedentes. En lo táctico, se espera un planteo conservador, priorizando el orden defensivo y apostando al contragolpe para contrarrestar el empuje local.
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