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Bolivia se ha destacado en la historia de la Copa América con momentos de gloria y desafíos constantes. Desde su debut en el torneo en 1916, la selección boliviana ha tenido un rendimiento fluctuante, con algunos destellos de éxito que han dejado una marca en el fútbol sudamericano. Su mayor logro llegó en 1963 cuando, aprovechando la ventaja de ser anfitrión, Bolivia sorprendió al continente al conquistar su primer y único título de la Copa América. En esa edición, el equipo verde demostró un desempeño impecable, ganando todos sus partidos, incluyendo una memorable victoria en el partido final contra Brasil.
El segundo momento de brillo para Bolivia en la Copa América se produjo en 1997, otra vez jugando en casa. El equipo, liderado por figuras destacadas de la época, avanzó hasta la final, donde nuevamente se enfrentó a Brasil. Aunque en esta ocasión no pudo repetir la hazaña de 1963 y cayó ante la selección brasileña, el subcampeonato fue celebrado como un gran logro y un recordatorio del potencial del fútbol boliviano.
Bolivia recibe la medalla de plata en 1997
Sin embargo, fuera de estos momentos de éxito, la historia de Bolivia en la Copa América ha sido complicada. En muchas ediciones, el equipo ha luchado por superar la fase de grupos, enfrentando la competencia feroz de otras selecciones sudamericanas. Las dificultades para mantener un rendimiento constante en el torneo se han atribuido a varios factores, incluyendo la falta de infraestructura deportiva adecuada, problemas económicos y la necesidad de desarrollar el talento juvenil.
A pesar de estos desafíos, Bolivia ha seguido siendo un equipo tenaz y competitivo en el escenario sudamericano. La altitud de La Paz, donde la selección juega muchos de sus partidos como local, ha sido un factor que a menudo ha jugado a su favor, proporcionando un ambiente difícil para los equipos visitantes. Este elemento ha sido crucial en varias victorias históricas en las eliminatorias y torneos regionales.
En la reciente edición de la Copa América, Bolivia mostró un espíritu de lucha y determinación, aunque no logró avanzar más allá de la fase de grupos. Con una mezcla de jugadores experimentados y jóvenes talentos, la selección boliviana busca reconstruirse y mirar hacia el futuro con esperanza. La preparación para futuros torneos y la inversión en el desarrollo de jugadores serán esenciales para que Bolivia pueda aspirar a revivir los momentos gloriosos del pasado y establecerse como una fuerza constante en el fútbol sudamericano. Los aficionados bolivianos, apasionados y llenos de esperanza, continúan apoyando a su equipo con fervor, soñando con un nuevo capítulo de éxito en la rica historia de la Copa América.
Su nefasta racha de Copa América
La Verde estiró su pésima racha en laCopa América de Estados Unidos 2024: no gana hace nueve años y acumula 14 derrotas consecutivas.
En Chile 2015, los bolivianos habían tenido un buen arranque tras empatar sin goles con México y vencer 3-2 a la Ecuador, que le bastaron para asegurar su lugar en cuartos de final, pero comenzó con su pésima seguidilla: fue goleado 5-0 por el anfitrión en el cierre del grupo y cayó 3-1 con Perú en cuartos.
En Estados Unidos 2016 fue 1-2 ante Panamá y Chile, y 0-3 con Argentina. Cuatro años más tarde, en Brasil 2019 perdió 0-3 con el Scratch, 1-3 con Perú y mismo resultado ante Venezuela. Y finalmente en Brasil 2021 no pudo con Paraguay (1-3), Chile (0-1) ni Uruguay (0-2) antes de llegar a Estados Unidos 2024, donde fue derrotado por el anfitrión y la Celeste.
Con Panamá tiene la posibilidad de cortar esta racha negativa y romper con las ilusiones del combinado centroamericano de clasificar. Incluso, en caso de golear, el combinado boliviano tiene chances de clasificación si Estados Unidos cae estrepitosamente frente a Uruguay.