UNA VISITA COMPLICADA Y UN ONCE OBLIGADO
La tercera fecha de la Copa Libertadores lo encuentra a Vélez Sarsfield con la necesidad de sumar puntos en la altura de Bolivia, pero lo hace en un contexto adverso. Para el duelo frente a San Antonio Bulo Bulo, el equipo argentino afronta una larga lista de bajas sensibles que obligará a Guillermo Barros Schelotto a reconfigurar su esquema.
Con cinco futbolistas lesionados —varios de ellos titulares habituales— el cuerpo técnico deberá apelar a variantes juveniles o jugadores fuera de ritmo para completar un once competitivo.
UNA DEFENSA EN EMERGENCIA: TRES AUSENCIAS CRÍTICAS
El sector más golpeado por las lesiones es la última línea. Vélez no podrá contar con tres piezas clave en su estructura defensiva, lo que deja a la zaga prácticamente desarmada.
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Emanuel Mammana: El zaguero central de 29 años, con experiencia y jerarquía, sufre una lesión en la ingle. Su regreso está previsto recién para dentro de algunas semanas, por lo que su presencia en fase de grupos está en duda.
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Tomás Cavanagh: El lateral izquierdo de 24 años también quedó descartado por una molestia en la ingle. Se estima que volvería a principios de mayo, lo que lo margina de al menos dos partidos clave.
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Joaquín García: El joven lateral derecho de 23 años sufrió una fractura de tobillo, y recién podría reincorporarse en el inicio de mayo, aunque su recuperación será progresiva. Su ausencia priva a Vélez de profundidad por banda.
Estas tres ausencias obligarán a Barros Schelotto a improvisar una defensa alternativa, probablemente con juveniles o futbolistas adaptados a posiciones que no son naturales.
GOLPE AL ATAQUE: DOS NOMBRES QUE TAMPOCO VIAJAN
Pero los problemas no terminan atrás. El frente de ataque también sufrió bajas importantes que limitan las opciones ofensivas del Fortín en territorio boliviano.
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Florián Monzón: El centrodelantero de 24 años se rompió los ligamentos cruzados y tendrá una recuperación extensa. Se espera su regreso recién para finales de junio, dejándolo fuera de toda la fase de grupos.
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Thiago Fernández: El mediapunta de 21 años, otra de las apuestas a futuro del club, también sufrió una lesión ligamentaria que lo mantendrá alejado de las canchas hasta agosto. Su creatividad y desequilibrio serán difíciles de reemplazar.
Ambas lesiones representan un duro revés para un Vélez que no cuenta con demasiadas variantes ofensivas consolidadas.
UN BANCO QUE DEBERÁ RESPONDER
Con este panorama, la responsabilidad recaerá en varios futbolistas jóvenes del club que buscarán aprovechar su oportunidad en un contexto exigente. El desafío no es menor: jugar en la altura, en un terreno complejo y sin figuras de experiencia.
Barros Schelotto deberá equilibrar el riesgo físico con la necesidad de sumar, apostando a un equipo inteligente, que sepa manejar los tiempos del partido y no se desordene.
UN PLANTEL GOLPEADO QUE NECESITA RESPUESTAS
El calendario no perdona y Vélez lo sabe. Con cinco bajas por lesión, el Fortín encara una etapa clave de la Copa Libertadores con una formación remendada y muchas incógnitas. La respuesta del plantel será fundamental no solo para este partido, sino para el futuro inmediato en la competencia.
San Antonio Bulo Bulo, en su casa y con el impulso de la altitud, buscará aprovechar cada falencia rival. Para Vélez, será una prueba de carácter. Ganar no solo significaría sumar tres puntos vitales, sino también dar un golpe anímico en medio de la adversidad.
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