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En el cierre de una Copa Oro marcada por las emociones y las tensiones propias del clásico de la Concacaf, Raúl Jiménez volverá a ser el faro ofensivo de la Selección Mexicana. Esta noche, el NRG Stadium de Houston será el escenario de una nueva final entre México y Estados Unidos, y el delantero surgido del América buscará volver a dejar su huella como lo ha hecho en instancias importantes del pasado.

Números sólidos en la Copa Oro: protagonista de principio a fin

En lo que va de la edición 2025 de la Copa Oro, Jiménez ha disputado los cinco partidos que jugó el equipo de Javier Aguirre, con un rendimiento parejo y valioso en momentos clave. Anotó dos goles y, aunque no ha sumado asistencias, su aporte en la construcción ofensiva y su experiencia han sido fundamentales para sostener al equipo en partidos cerrados.

Su desempeño actual remite a una de sus mejores versiones con la selección, particularmente en la Copa Oro 2019, donde fue determinante: jugó seis encuentros, marcó cinco goles y dio dos asistencias, consagrándose como uno de los grandes artífices del título obtenido por México en aquel torneo.

Participaciones en Mundiales: sin goles pero con presencia constante

Si bien los mundiales no han sido terreno fértil en cuanto a goles para Jiménez, su presencia ha sido recurrente. En Qatar 2022, jugó tres partidos sin marcar ni asistir. Misma tónica en Rusia 2018 y Brasil 2014, donde participó en dos y un partido respectivamente, siempre desde un rol más secundario en cuanto a protagonismo ofensivo.

Eliminatorias mundialistas: un goleador confiable

En el camino hacia los mundiales, sin embargo, Raúl ha respondido con eficacia. Durante el proceso clasificatorio rumbo a Qatar 2022, participó en nueve encuentros y convirtió tres goles, además de haber recibido solo una tarjeta amarilla. En el ciclo anterior (2015-2017), también tuvo participación activa, con dos goles en diez partidos.

Otros torneos internacionales: presencia habitual

En la Copa Confederaciones 2017, Jiménez disputó cuatro encuentros y marcó un gol, aunque fue amonestado en dos ocasiones y vio una tarjeta roja, lo que condicionó su presencia en instancias decisivas.

En la Copa América 2015, mostró una mejor versión, anotando dos goles en tres partidos, mientras que en la edición de 2016, no logró convertir en tres apariciones, aunque sí sumó una asistencia.

También integró el equipo que disputó la Copa Concacaf 2015, en la que jugó un solo encuentro y brindó una asistencia.

Un legado en construcción

Con más de una década defendiendo la camiseta nacional, Raúl Jiménez ha logrado mantenerse como un nombre recurrente en la delantera del Tri, atravesando diferentes generaciones, entrenadores y momentos deportivos. Su capacidad goleadora, sumada a una ética de trabajo incuestionable, lo han consolidado como uno de los atacantes más regulares de México en el último tiempo.

Esta noche, ante Estados Unidos, tendrá la oportunidad no solo de sumar un nuevo título regional, sino también de confirmar su vigencia como líder ofensivo en una selección que aún lo necesita. En una final que promete tensión y alta exigencia, el desafío para Jiménez es tan grande como la historia que él mismo ha ido construyendo.