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No será un partido cualquiera, no, será el duelo semifinal en un Mundial de Fútbol y este miércoles en Qatar, el juego entre franceses y marroquíes paralizará todo desde Rabat hasta París y más allá.

Y sí, 66 años después de que cesara el dominio francés en territorio magrebí, justo cuando Marruecos alcanzara su independencia un 2 de marzo de 1956, tras casi medio siglo de colonización gala; 66 años después, Francia y Marruecos se enfrentarán por primera vez en un Mundial de Fútbol.

Nadie lo hubiera pensado, pero los “Leones del Atlas” han sido la revelación en este Mundial, luego de dejar en el camino a selecciones como Bélgica, España y Portugal, desplegando un estilo, tal vez poco ortodoxo, pero en extremo eficaz.

Historia viva

A treinta y seis años de la épica marroquí en el Mundial de 1986, cuando se convirtieron en el primer seleccionado africano en llegar a instancias de octavos de final en una justa del orbe; Marruecos vuelve a hacer historia quedando por primera vez entre los cuatro grandes.

Si Senegal sorprendió a millones en 2002; dos décadas después, en este 2022, Walid Regragui y sus muchachos han sentado un precedente sin igual no solo en Mundiales, sino en la dinámica misma del fútbol actual.

Antecedentes

Refiere Marca que ambas escuadras se ha medido en siete oportunidades, con los Juegos Mediterráneos como escenario predilecto para estos duelos y todo empezó en 1975 con un empate 1-1. De igual modo, tendrían que pasar doce años, para que, en 1987, volvieran a topar y el saldo sería otro empate a 0.

Desde aquel último juego, han sobrevenido 3 victorias francesas y otros dos empates, viéndose las caras por última vez a finales de 2007, cuando en el mítico Stade de France, igualaron a 2 tantos.

Historias paralelas

La historia reciente de Marruecos, tal como sucede con los argelinos, no se puede desvincular de Francia; el idioma, la cultura; las costumbres y el mismo fútbol, todo se funde en una especie de identidad común y por ende no es casual, que tal como asevera la BBC, los marroquíes sean la segunda comunidad más grande en suelo galo.

Regragui contra Deschamps, Ziyech contra Mbappé, hasta Mohamed VI contra Enmanuel Macron; la antigua colonia tendrá en cuestión de horas, la oportunidad de tomar una especie de revancha histórica contra la que un día fuera su metrópoli.