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Los días de Lionel Messi en Paris Saint-Germain están contados. El rosarino comunicó su decisión de no renovar su contrato en junio y, en paralelo, fue suspendido por dos semanas por el club, usando su viaje a Arabia Saudita como excusa. En medio de todo esto, el que rompió el silencio fue el entrenador de PSG, Christophe Galtier, quien aseguró que la decisión de sancionarlo partió desde la dirigencia, no dio detalles acerca de si volverá a usar al argentino y condenó las manifestaciones en la casa del futbolista.

Lo hizo en la conferencia de prensa previa al partido de este domingo ante Troyes, por la Ligue 1: “Repasemos la cronología. Mi dirección deportiva me informó a principios de semana de su decisión de suspender a Leo. Entonces tomé la decisión de no hacer comentarios al respecto”, dijo el DT, cuyo ciclo al frente del equipo concluiría al final de la temporada tras el nuevo fracaso del club a nivel continental.

La palabra de Galtier fue la confirmación oficial por parte del club parisino del castigo al astro argentino, en medio de rumores sobre su futuro. El cortocircuito con la comisión directiva que encabeza el qatarí Nasser Al-Khelaifi parece encaminarse al divorcio definitivo, y ni el club ni el futbolista firmarían el año opcional que figura en su contrato, rubricado en agosto de 2021.

Galtier también fue consultado respecto de la posibilidad de usar a Messi en los últimos partidos del torneo ya que, cuando el argentino vuelva al plantel, al conjunto parisino le quedaran tres partidos por jugar. Al respecto, el DT fue de todo menos claro: “Veremos cuándo vuelve Leo, veremos qué pasa. Obviamente habrá discusiones con todo el club, pero también con Leo que es el primero en preocuparse”.

Luego de conocerse la noticia de la sanción a Lionel Messi, los ultras de PSG se apersonaron en la casa del argentino y también en la de su amigo Neymar, reclamando sus salidas del club en medio de una catarata de insultos. Al respecto, Galtier condenó los hechos y pidió que se respete la privacidad de las personas involucradas.

“Hay que tener cuidado con eso. La privacidad debe seguir siendo privacidad. Puedo entender la ira y decepción de los seguidores. Puedo entender que nos manifestemos en el lugar de trabajo, aquí o frente a las oficinas. Después de un partido en el Parque de los Príncipes también. No acepto que podamos ir a la casa de nadie. Desborda, vemos mucho. La sociedad se ha vuelto loca y peligrosa”, expresó.