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Un revés médico que complica los planes de Gallardo
En un momento donde todo parecía orientado hacia la competencia, River recibió una noticia que cayó como un balde de agua fría en el Monumental. Maxi Meza, uno de los refuerzos más importantes del ciclo actual, deberá pasar por el quirófano producto de una persistente lesión en su rodilla izquierda. La intervención quirúrgica lo marginará de las canchas entre 60 y 90 días, justo cuando el calendario empieza a exigir lo máximo del plantel.
El parte médico emitido por la institución de Núñez confirmó que el exvolante de Monterrey padece una tendinopatía rotuliana crónica, lo que obliga a realizarle una tenólosis en el tendón afectado. La cirugía está programada para este lunes, y la recuperación demandará una rehabilitación progresiva que lo dejará afuera de competencias clave.
La lesión que no dio tregua y terminó en el quirófano
La situación física de Meza venía siendo monitoreada desde hace tiempo por el cuerpo médico de River. Las molestias en la rodilla izquierda no eran nuevas: se remontan a su paso por el fútbol mexicano, y se agudizaron durante su estadía en el club de Núñez. En total, ya había quedado al margen de siete partidos a causa de este problema, pero en las últimas semanas el dolor recrudeció y la única solución posible fue la cirugía.
Si bien se intentó seguir un tratamiento conservador durante el primer semestre del año, los resultados no fueron los esperados. El propio jugador reconocía molestias constantes, y los estudios confirmaron que la zona afectada no evolucionaba favorablemente. La decisión médica fue intervenir ahora para evitar complicaciones mayores a futuro.
Un 2025 cargado de contratiempos físicos
La intervención quirúrgica no es la única complicación física que enfrentó Maxi Meza en lo que va del año. Su historial reciente evidencia un desgaste importante: en febrero estuvo dos semanas sin jugar por dolencias en el mismo tendón; en abril volvió a resentirse y sumó otras dos semanas fuera del plantel. Y como si no fuera suficiente, en la previa al Mundial de Clubes, una fractura costal leve lo obligó a una recuperación de 23 días.
En total, Meza ya acumuló 53 días en rehabilitación en lo que va del 2025 y se perdió 10 encuentros oficiales. Un panorama que preocupa a todo River, no solo por lo que significa el jugador dentro del esquema, sino también por la necesidad de contar con un plantel completo en el tramo más exigente del año.
Los partidos clave que se perderá el mediocampista
La operación llega en un momento poco oportuno para Marcelo Gallardo. Meza no podrá estar presente en el estreno del Torneo Clausura ante Platense y tampoco en los compromisos correspondientes a los octavos de final de la Copa Libertadores frente a Libertad de Paraguay, que se jugarán el 14 y 21 de agosto.
Y si el equipo avanza a la siguiente instancia, su ausencia podría extenderse hasta los cuartos de final, pautados entre el 16 y el 25 de septiembre. La recuperación completa del mediocampista se proyecta entre ocho y doce semanas, dependiendo de la evolución postoperatoria.
El desafío de River: reacomodar fichas en medio de la competencia
El cuerpo técnico encabezado por Gallardo ya trabaja en alternativas para cubrir la baja de Meza en el mediocampo ofensivo. Con un plantel numeroso pero exigido por la seguidilla de partidos, la mirada se posa ahora sobre futbolistas como Pablo Solari, Esequiel Barco o el juvenil Subiabre, quienes podrían asumir mayor protagonismo.
Mientras tanto, Meza inicia una etapa de recuperación que será clave para su futuro inmediato. River lo necesita entero y disponible, pero ahora deberá esperar. El objetivo del volante es volver en óptimas condiciones antes del cierre del año. La pelota, por ahora, está del lado del cuerpo médico.
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