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El técnico alemán Hansi Flick enfrenta su prueba más compleja desde que asumió las riendas del FC Barcelona hace siete meses. La combinación de una crisis institucional marcada por el ‘Caso Olmo’ y los desafíos deportivos que presenta la Supercopa de España colocan al estratega en una encrucijada. En medio de un ambiente de inestabilidad, Flick busca imponer su estilo de liderazgo para proteger al vestuario y mantener la concentración en los objetivos inmediatos del equipo.
El ‘Caso Olmo’ y su impacto en el vestuario
El escándalo que rodea la inscripción de Dani Olmo y Pau Víctor ha provocado tensión dentro y fuera del club. Ambos jugadores viajaron a Arabia Saudí con el equipo para disputar la Supercopa, aunque no cuentan con licencia federativa desde el 1 de enero. A pesar de no poder participar, Flick ha decidido incluirlos en la dinámica del grupo para evitar que el conflicto los aísle emocionalmente.
Els jugadors que viatgen a Aràbia Saudita pic.twitter.com/VpWa7ixtJe
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El técnico no ha ocultado su frustración, y tanto él como los jugadores han expresado su preocupación. “Los necesitamos”, declaró Flick, mientras el capitán Ronald Araújo señaló: “Es un tema delicado, pero intentamos tranquilizarlos porque son fundamentales para el equipo”.
La importancia de la Supercopa
El título en disputa adquiere una relevancia especial en el contexto actual del Barça. Con un panorama complicado en La Liga —donde están a cinco puntos del Real Madrid y a tres del Atlético de Madrid, que además tiene un partido pendiente—, la Supercopa es una oportunidad para reconectar con los aficionados y dar un golpe de autoridad en el plano deportivo.
El rival en semifinales será el Athletic Club de Ernesto Valverde, un equipo sólido y peligroso que cuenta con figuras destacadas como Iñaki y Nico Williams. Flick podrá contar con su tridente ofensivo formado por Robert Lewandowski, Lamine Yamal, y João Félix, además de la sólida presencia defensiva de Araújo, quien brilló en el reciente triunfo en la Copa del Rey.
Una plantilla comprometida
A pesar de las dificultades, la plantilla ha mostrado un compromiso absoluto. El triunfo sobre el Barbastro en la Copa del Rey demostró la seriedad del grupo, con actuaciones destacadas como la de Lewandowski, quien rompió su sequía goleadora con dos tantos y acumula ya 25 goles en 25 partidos esta temporada.
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La inclusión de Lamine Yamal, tras superar una lesión, aporta frescura y creatividad al ataque, mientras que el regreso de Araújo fortalece una defensa que deberá estar en su mejor nivel ante el Athletic.
Flick, el estratega en la tormenta
Con solo siete meses en el cargo, Flick ha demostrado una capacidad notable para manejar situaciones complejas. Su enfoque discreto pero firme ha sido clave para evitar que la crisis institucional contamine al equipo. Ahora, con la Supercopa en el horizonte, el técnico tiene la oportunidad de lograr su primer título con el club y consolidar su proyecto.
La Supercopa no solo representa un trofeo, sino también un posible bálsamo para una institución que necesita recuperar la estabilidad. Para Flick, ganar este torneo sería más que un éxito deportivo; sería un mensaje claro de que, incluso en medio de la adversidad, el FC Barcelona sigue siendo un equipo competitivo y unido.