El imponente estadio de Wembley de Londres fue testigo este domingo del primer título de Inglaterra en la Eurocopa Femenina, luego de imponerse con marcador de 2-1 ante la favorita Alemania, ante más de 87.192 personas que se hicieron presente en el recinto de la capital inglesa, siendo todo un récord de asistencia en este certamen.
Un encuentro que debió requerir de tiempo adicional, ya que en los noventa minutos regulares finalizará igualado a un gol por bando; las alemanas se vieron superadas en los primeros minutos por una Inglaterra que ha hecho historia, repitiendo de nuevo su equipo titular durante los seis partidos disputados en el torneo.
La ocasión más clara de las anfitrionas la tuvieron poco antes del descanso del primer tiempo, en un momento que se encontraban presionando en todos los espacios a sus rivales, con una recuperación de parte de Mead y luego un disparo que rozaba el travesaño de Ellen White. Sin daños mayores se iban a los vestuarios.
La estratega germana Voss-Tecklenburg tendría que poner un poco de orden con sus dirigidas, ya que no estaba muy conforme con lo observado en la primera parte, dándole ingreso a Wassmuth quién entró y dio un nuevo impulso a su equipo; de hecho, tuvo la primera opción clara de la segunda mitad en un mano a mano ante la portera inglesa Earps.
La primera celebración llegaba a los 15 minutos del segundo tiempo, en una jugada letal de contragolpe por parte de las locales, con un enorme pase en profundidad de Walsh hacia los pies de Ella Ann Toone quien en un mano a mano con Frohms y con gran definición con una ‘vaselina’ de la jugadora del Manchester United, que puso a Wembley estallar de algarabía.
Sin embargo, la reacción no tardó en llegar por las ocho veces campeonas de Europa, con un potente remate de Lina Magull al minuto 79 que se iba al ángulo de Earps y de repente todo comenzaba de nuevo, silenciando las tribunas inglesas que estaban aún en celebración.
Después de varios intentos de parte de ambos bandos, la igualdad en el marcador obligaba a jugar la prórroga, en donde ya el cansancio y el miedo a perder se apoderaba de las jugadoras; el momento de gloria llegaba en la fracción 111, en el segundo tiempo de agregado, luego de un tiro de esquina forzado por Chloe Kelly, que una vez cobrado, ella misma lograra empujar hacia las redes, dejando sin opciones a Frohms y de nuevo se ponían a ganar.
Sin duda, uno de los goles más emocionantes y celebrados en esta Eurocopa, ya dejando sin reacción alguna a unas decaídas alemanas que veían como por segundo certamen consecutivo, se quedaban sin obtener el título, el cual no ganan desde el 2013, aunque su supremacía histórica se mantiene.
Este ha sido entonces el primer campeonato para Inglaterra, con el ingrediente adicional de haber podido desquitarse el revés sufrido por las germanas en el 2009, en aquella ocasión con una goleada 6-2 que seguramente no iban a olvidar tan fácilmente. Por sus estructuras y calidad de sus jugadoras, era cuestión de tiempo para que las inglesas obtuvieran esta alegría.