Jurgen Klopp es diferente, no usa trajes ni anda pensando en fotos ni entrevistas rimbombantes, tiene un toque peculiar para todo, desde la risa, hasta su mirada así como halcón, desde su barba despreocupada, hasta su manera pausada al hablar, pausada pero segura, el hombre sabe lo que dice.
Y Klopp parece salido de una fábula de Esopo pero no es un hombre de carne y hueso que siente el fútbol como pocos, a la vieja usanza diría, quizás a lo Bilardo o a lo Rinus Michels.
A veces lo veo también en esos rostros que describe Ernst Junger en Tempestades de Acero o aquellos antiguos guerreros germanos que intimidaban a todos, así, ecuánimes, como sin vida.
El mito
Klopp es uno de los grandes mitos del fútbol moderno, desde su época en el Borussia Dortmund cuando encandiló a todos al ponerse en el camino del Bayer de Munich en varias oportunidades en la Liga Alemana y luego en Champions.
En abrir y cerrar de ojos, pasó de ser un advenedizo, un tipo sin pedigrí a ser reclamado incluso por el Real Madrid.
El Mesías
Y así, como un Mesías, como una especie de enviado especial, Klopp llegó al Liverpool, a Anfield, que es decir a una de las catedrales del fútbol y comenzó a labrar su camino.
Más allá de títulos en Premier League o Champions, está lo logrado por Klopp con sus jugadores, pues a hombres comunes, futbolistas de nivel medio, hasta mediocre diría, a esos jugadores Kloop los llevó a ser de categoría mundial.
Hablamos de un figuras como Trent Alexander Arnold, Henderson, Anderson, también Mohamed Salah, a quien fichó por 42 millones de euros y hoy es uno de los mejores de la Liga Premier, quizás el mejor, así a secas.
Y ni hablar de Sadio Mané, de ser un futbolista común, normal como tantos otros, lo ha llevado a ser uno de los mejores futbolistas en la historia de África.
El hombre y la realidad
Ese es Klopp y después de una temporada regular, sin títulos, luchando hasta el final por ese último puesto de Champions en la competición inglesa, luego de eso, Klopp se ha vuelto a reinventar para retornar a planos estelares en esta campaña.
Al momento de escribir este texto, Liverpool acecha el liderato de la Premier League, tiene una final pactada en la FA Cup y está en semifinales de la Champions, otra vez.
En semejante estado de forma no se puede al elenco inglés como el gran favorito para ganar una vez más el máximo certamen a nivel de clubes.
Para muchos Jurgen Klopp es una especie de mensajero, de portador de una filosofía futbolística diferente y auténtica que a más de uno enamora y el presente actual del Liverpool es su creación perfecta.
Mañana contra el Villarreal vendrá otra gran prueba de fuego y el terreno como siempre dirá pero matar el mensajero, parece casi una misión imposible.