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Una rivalidad histórica que arde una vez más. Este domingo 6 de julio, Estados Unidos y México volverán a verse las caras en una nueva final de la Copa Oro 2025, y será nada menos que la octava vez que definen el título entre ellos. El escenario elegido para esta batalla será el NRG Stadium de Houston, con horario pactado para las 5:00 PM (hora CDMX) / 7:00 PM (ET).
México quiere extender su hegemonía
La Selección Mexicana parte como la máxima ganadora del torneo desde que adoptó su formato actual, con nueve títulos, superando por dos coronas a su clásico rival. De las siete finales previas entre ambos, el Tri ha ganado cinco, dejando claro quién manda en la historia reciente del torneo.
México llega a esta final luego de dominar el Grupo A, superar con autoridad a Arabia Saudita en cuartos de final, y vencer a Honduras en semifinales, reafirmando su condición de candidato al título.
Estados Unidos, con caras nuevas pero el mismo hambre de gloria
Del otro lado, Estados Unidos ha alcanzado esta instancia sin sus grandes figuras como Christian Pulisic y Weston McKennie, lo que podría haber significado una desventaja. Sin embargo, estas ausencias dieron lugar a un nuevo liderazgo, con nombres como Diego Luna y Sebastian Berhalter tomando el protagonismo y guiando al equipo desde la fase de grupos hasta esta final.
El conjunto de las Barras y las Estrellas lideró el Grupo D, eliminó a Costa Rica en cuartos de final y superó a Guatemala en semifinales, demostrando solidez y carácter.
Las posibles alineaciones de la gran final
Estados Unidos se perfila para salir al campo con el siguiente once titular:
Matt Freese; Maximilian Arfsten, Tim Ream, Chris Richards, Alex Freeman; Sebastian Berhalter, Luca de la Torre, Malik Tillman; Diego Luna, Jack McGlynn y Patrick Agyemang.
Por su parte, México todavía no confirmó su alineación oficial, pero se espera que presente a su once de gala, con un ataque liderado por sus figuras de mayor jerarquía.
¿Revancha o reafirmación?
Esta final de Copa Oro 2025 no es solo una lucha por un trofeo más. Es una disputa por la supremacía continental, una nueva página en una rivalidad que ha marcado el fútbol de la región. Mientras Estados Unidos busca revancha y el título número ocho, México intentará reafirmar su dominio y alcanzar su décima consagración.
La mesa está servida, y en Houston, la historia volverá a escribirse.
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