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Nadie que haya seguido de cerca la carrera de Luis “Lucho” Suárez, considerado uno de los mejores delanteros de éste tiempo reciente, hubiese deseado que este viernes fuera su último partido en una copa del mundo con su selección de Uruguay, y aún más siendo en plena fase de grupos.
Inicialmente se sabía el grado de dificultad del grupo H de esta edición de Qatar 2022, en el que los uruguayos tuvieron que medir fuerzas ante 3 selecciones que perfectamente cualquiera de ellas podía finalizar en la primera posición, por lo que no había mucho margen para el error.
Suárez llegaba acá con ciertos señalamientos sobre su estado físico y por el hecho de haber decidido salir del fútbol europeo para regresar a la liga de su país natal y vestir el uniforme del histórico Nacional, y ahora con 35 años a cuestas; pero las ganas de brillar con su “celeste” del alma seguían intactas.
Las cosas simplemente no les salieron a este seleccionado, que necesitaba una combinación de par de resultados en esta jornada de cierre; si bien lograron la victoria 2-0 ante Ghana, un resultado que quizás se queda corto, debido a ese penal no sentenciado hacia Edinson Cavani, que terminara desatando su ira al salir de la cancha tras el partido, al punto de enviar al suelo el sistema del VAR ubicado en el camino hacia los vestuarios.
De igual forma, el no haber podido ganar a Corea en la primera fecha, y que éstos a su vez hayan podido sacar el partido ante una Portugal ya clasificada, algo que los uruguayos no se esperaban, al punto que el DT Diego Alonso se dio el lujo de sacar a Suárez por Cavani al minuto 66 de partido.
Y resulta que “Lucho” no pudo contener las lagrimas y su ansiedad en los segundos finales del partido en Al Wakrah, mientras se enteraba que en Rayan, los coreanos marcaban el tanto de la victoria y que ya él mismo suponía era su despedida de esta justa mundialista.
Con esta edición, son cuatro mundiales los que ha disputado el ex delantero del Liverpool, FC Barcelona y Atlético de Madrid, dejando un saldo de 7 goles en un total de 16 partidos, 15 de ellos como titular.
Pero de toda esta experiencia, siempre se le va a recordar por aquella famosa mano en Suráfrica 2010, precisamente ante los ghaneses en cuartos de final, un sacrificio que hiciera para que su selección siguiera con vida y que de hecho se lograran imponer para acceder a las semifinales; muchos lo catalogan como “juego sucio“, otros simplemente le llaman “amor a la camiseta“.
“Lucho” luego del partido de hoy, salió muy triste y amargado, y no solo por la eliminación, sino porque ni siquiera le dieron la oportunidad de saludar a sus hijos que lo vieron desde la tribuna; sólo le quedó desahogarse con los periodistas minutos después y descargar contra los árbitros y con toda la FIFA, exclamando “siempre ellos queriendo ningunear a Uruguay“.
De todos modos, los más de 3 millones de habitantes que hacen vida en este pequeño país de Suramérica, y también de muchos otros lugares le estarán eternamente agradecido; ninguno se entregó y sudó más la camiseta como él; ya que ha sido sencillamente el mejor ejemplo de eso que llaman “La Garra Charrúa”.