La Federación Internacional de Fútbol Asociado se dedica constantemente a estudiar de que forma puede hacer del fútbol un deporte más dinámico. El fútbol suele ser tildado de conservador a la hora de implementar medidas y cambios en el reglamento. Ejemplo de eso, es la tardanza a la hora de aplicar asistencia por video a los árbitros. De todas formas, el VAR aún no tiene una buena aceptación por su uso.
Es por eso, que desde el ente organizador del fútbol, buscan implementar diversos cambios de reglas que eviten que la mirada esté sobre los árbitros y el juego sea mucho más veloz, dinámico y sin pérdida de tiempo de juego.
Por lo tanto, durante The Future Cup, una competición Sub-19 de clubes europeos, se probarán cambios de reglas que van desde el tiempo de juego, hasta la forma de poner la pelota en juego. El primer cambio será a la hora de sacar los laterales, ya que no se harán más con la mano, sino con el pie. Incluso, el sacador puede poner la pelota en movimiento y seguir avanzando él mismo, sin la necesidad de pasársela a un compañero. Esto mismo se aplica también para los tiros libres y los saques de esquina.
Por otro lado, estarán los cambios que buscan evitar la demora en el juego y las pérdidas deliberadas de tiempo. Se jugarán dos tiempos de 30 minutos, en los cuales el reloj se detendrá ante cada interrupción, por lo que ya no servirá buscar faltas o simular lesiones para que el tiempo transcurra sin tiempo de juego neto. La FIFA también quiere imponer que quien reciba una amarilla, deberá salir del terreno de juego por diez minutos, en busca de reducir la violencia de los partidos, ya que por cada amonestación, el equipo se quedará con un jugador menos por esa cantidad de tiempo.
Por último, debido a que el reloj se detendrá en cada interrupción, se permitirán cambios ilimitados, como en el baloncesto. De esta forma, los entrenadores tendrán mayores recursos en los partidos y los jugadores tendrán menos desgaste al poder salir del campo de juego con mayor regularidad.
Una vez terminado el certamen, la FIFA analizará si las alteraciones reglamentarias han resultado positivas y si pueden ser implementadas a nivel profesional. En caso de que así se crea, el paso siguiente sería discutirlo con las confederaciones y luego hacer el pedido formal a la International Board para que se efectúen los cambios