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La final de la Copa del Mundo de futsal, disputada en el Humo Arena de Taskent, Uzbekistán, no solo fue un espectáculo de habilidad y pasión, sino que también estuvo marcada por una decisión arbitral que dejó a muchos con un sabor amargo. Argentina y Brasil, dos potencias del fútbol sala sudamericano, se enfrentaron en un Superclásico que prometía y cumplió, pero que también estuvo envuelto en una controversia que podría haber cambiado el rumbo del encuentro.
El partido se inició con intensidad y, apenas cinco minutos después del pitido inicial, el brasileño Ferrao abrió el marcador tras una jugada bien ensayada en un tiro libre. Sin embargo, la verdadera polémica surgió solo dos minutos después, cuando Pito, el número 10 de Brasil, realizó una entrada brutal sobre el tobillo de Ángel Claudino. A pesar de que la falta era clara, el árbitro Alejandro Martínez optó por amonestar al jugador brasileño con tarjeta amarilla, decisión que fue cuestionada por los jugadores argentinos y su cuerpo técnico.
Lo que generó aún más controversia fue la decisión del árbitro de no cambiar su veredicto tras revisar la jugada con el Video Reference, similar al VAR en el fútbol. A pesar de las evidentes señales de dolor de Claudino y la gravedad de la falta, el colegiado mantuvo su postura. La ausencia de una expulsión para Pito no solo dejó a Argentina en desventaja numérica potencial, sino que también alteró la dinámica del partido.
El clima de incertidumbre se apoderó de la selección albiceleste, que vio cómo Brasil aumentaba su ventaja con un segundo gol de Rafael, quien aprovechó un rebote en el área. A pesar de la adversidad, Argentina logró descontar en el segundo tiempo gracias a un gol de Matías Rosa y presionó en busca del empate, aunque se encontró con un William en gran forma, quien evitó la caída de su arco en múltiples ocasiones.
El epílogo del encuentro trajo consigo otra controversia: un claro reclamo de penalti por mano que la selección argentina exigió en los instantes finales. A pesar de los esfuerzos y la lucha incansable, Argentina se despidió del Mundial con la sensación de que la historia pudo haber sido diferente si la decisión arbitral hubiera sido otra.
La final del Mundial de futsal dejó una lección sobre la influencia que puede tener una sola decisión en el desarrollo de un partido. Mientras Brasil celebra su triunfo, Argentina se queda con la frustración de lo que pudo haber sido y el debate sobre el arbitraje en este emocionante deporte.
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