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Envigado FC visita este viernes a Millonarios en el estadio El Campín con una nómina notablemente disminuida. El cuerpo técnico, encabezado por el estratega Alberto Suárez, deberá apelar a la creatividad y profundidad del banco para suplir siete ausencias confirmadas, entre jugadores lesionados y suspendidos, que afectan tanto la defensa como el mediocampo.

Lesionados: la enfermería naranja no da tregua

La principal preocupación del conjunto antioqueño pasa por los múltiples problemas físicos que aquejan a su plantilla. Entre los más experimentados, Carlos Arboleda (38 años) sufre una lesión de cadera y estará fuera hasta fines de mayo. Su experiencia en el fondo será difícil de reemplazar.

Otro defensor que no estará disponible es Santiago Noreña (26 años), quien arrastra una lesión de rodilla y comparte tiempo de recuperación con Daniel Zapata, mediocampista de 21 años, también afectado por la misma dolencia. Ambos apuntan a regresar recién en junio.

Más compleja es la situación de Juan Pablo Aristizábal (19 años), una de las jóvenes promesas del mediocampo, que sufrió una rotura de ligamentos cruzados y tiene un regreso aún sin fecha confirmada.

Suspensiones que debilitan aún más la zaga

A los problemas médicos se suman tres suspensiones disciplinarias que impedirán a jugadores clave estar en El Campín. El lateral derecho Gendry Cuervo, el zaguero Julián Palacios, y el volante ofensivo Daniel Arcila deberán cumplir sanción y no podrán ser tenidos en cuenta por el cuerpo técnico.

Con estas ausencias, Envigado pierde profundidad, alternativas tácticas y solidez defensiva, lo que obligará al equipo a apelar a la cantera o reacomodar piezas para presentar un once competitivo.

La visita de Envigado a Bogotá no será fácil. Más allá de enfrentar a un rival históricamente superior como Millonarios, los naranjas llegan golpeados por las lesiones y las sanciones. El desafío estará no solo en plantear un partido inteligente, sino en resistir con carácter y temple ante la adversidad. Con jóvenes talentos emergentes y espíritu combativo, el equipo antioqueño intentará dar el golpe en la altura capitalina, aún en desventaja.