Lionel Messi sigue festejando la obtención de la Copa América, su primer título oficial con la Selección mayor de Argentina. Pero en medio de su merecido descanso en Rosario, su ciudad natal, también debe pensar dónde jugará la próxima temporada.
Porque a partir del 30 de junio pasado, Messi se convirtió en agente libre al terminar su contrato que lo vinculaba con el FC Barcelona. Si bien el delantero estaba en ese momento disputando la Copa América con Argentina, el hecho no pasó desapercibido para la prensa mundial que comenzó a especular sobre el futuro deportivo del jugador.
La idea de una posible salida del club español data del año pasado, cuando al finalizar la temporada hubo un choque entre el jugador y el club, en el que Messi emitió un comunicado expresando su deseo de finalizar su contrato con el Barcelona, hecho que el club se encargó de evitar acusando que el argentino tenía una cláusula de rescisión de 300 millones de euros y que, ya sea un equipo comprador, o el mismo jugador debían abonar para que el jugador salga del club.
Uno de los clubes que se había mostrado interesado en fichar al argentino fue el PSG. En el club francés juega su amigo Neymar Jr, con quién jugó cuatro temporadas en Barcelona. Ese factor fue una de las claves de una supuesta llegada de Messi a París. Pero después de un año de sondeos y la llegada de Sergio Agüero al club catalán (es sabida la gran amistad entre Messi y el Kun), el PSG confirmó que no hará más intentos de convencer a Messi de llegar al club francés.
De esta forma, al tampoco haber novedades desde Manchester City (otro de los que se había mostrado interesado en Messi), todo parece indicar que Messi renovaría con Barcelona. Igualmente, el mercado de fichajes recién empieza y, en el fútbol, cualquier cosa puede pasar