Argentina siempre es candidato a ganar el Mundial. Independientemente de como llegue al torneo, el elenco sudamericano, ganador de dos títulos mundiales, posee una fuente inagotable de figuras de primer nivel. Pero esta vez, su máxima figura, Lionel Messi, baja las pretensiones previas y afirma que no quiere saber nada con la etiqueta de candidato que le ponen al conjunto albiceleste.
En declaraciones al periódico argentino Olé, el capitán del seleccionado argentino declaró: “Vamos a ir a pelear, pero no vamos a ser campeones de entrada como pensamos los argentinos”, tratando de bajar la ansiedad en los fanáticos de su país, uno de los que más entradas adquirió para copar Qatar.
“Si bien nosotros tenemos una ilusión grande y somos conscientes de que estamos pasando un buen momento, tenemos que ser realistas y entender que es un Mundial. Es algo muy difícil. Para nosotros, siempre fue complicado llegar hasta la Copa del Mundo e hicimos lo imposible para poder estar”, comentó haciendo referencia al logro de salir campeón de la Copa América 2021 y del invicto de 35 partidos que posee el equipo.
Pero claro, dicha Copa América cortó una racha de 28 años sin conseguir títulos y en los Mundiales de ese lapso, solo en Brasil 2014 logró superar cuartos de final. En tierras brasileras, Messi y compañía llegaron a la final ante Alemania y estuvieron a poco de quedarse con el título que hubiera coronado a una generación espectacular y puesto al actual jugador del París Saint-Germain en la cima de la historia.
La experiencia de esas situaciones hacen de Messi un jugador maduro, incluso en las pretensiones y expectativas. “No siempre se da la lógica, ya que cualquier detalle te puede dejar afuera. Son pocos partidos y después de la fase de grupos el margen de error es aún menor. Pero eso no quita que no vayamos a jugar con la misma intensidad y concentración de siempre”, aseguró.
Por último, dejó todo en manos de Dios, en quien confía para que finalmente se pueda consagrar en el máximo torneo del fútbol mundial. “La verdad que no soy de hacer promesas ni he hecho promesas. Simplemente, siempre pienso que Dios es el que decide. Dios sabe cuándo es el momento, cuál es el momento y lo que tiene que pasar. Lo que tenga que venir, va a venir y creo que él es el que decide. Simplemente pienso en eso, la verdad es que no voy a hacer ninguna promesa”