La justicia poética puede llegar, quizás a finales de diciembre, luego de casi veinte años, puede llegar. La justicia poética como ese término esbozado por Martín Caparrós para dar a entender que a Leo Messi, considerado por muchos como el mejor jugador del momento, del siglo y uno de los mejores de la historia del fútbol, solo le falta ganar el Mundial para finiquitar de manera perfecta su esplendorosa carrera.
Y tal pareciera que se trata de una mera cuestión de orgullo nacional, una defensa intrínseca de la idiosincrasia; el Martín Fierro de José Hernández, la nostalgia eterna por Beatriz Viterbo, los mil demonios de Carlos Gardel, la última pelea de Carlos Monzón o el último suspiro de Maradona; pudiera ser, pero no, en el caso de Messi va más allá, como dijera el propio Caparrós, es un fenómeno que se excede así mismo, desde el mismo instante en que llegó al Barcelona y deleitó a todos con su técnica implacable.
El espacio- tiempo
No llegó en 2006, ni en 2010, estuvo cerca en 2014, siempre con los alemanes haciendo de aguafiestas; llegaban los títulos, Liga, Champions, cada versión de Leo era mejor, pero quedaban dudas con la selección, siempre la sensación de que podía hacer más, esa sensación desesperante que acaba los nervios, entonces parecía llegar el declive, el Mundial de Rusia en 2018, la salida de Barcelona y el fiasco del primer año en París, pero no, como los grandes, otra vez, Leo emergió sobre sus cenizas…
El título en la Copa América, allí en el mismo Brasil, tal vez como una revancha de aquella derrota en 2007 ante los pentacampeones del mundo, puede incluso que una deuda saldada respecto a aquellos duelos ante Chile en 2015 y 2016; prefiero pensar que son indicios de que la justicia poética va tomando cierta forma y en Qatar se puede concretar de una vez.
Cuestión de hechos
Hay hechos concretos para pensar en esto, los que ya mencionamos y el comienzo de la segunda temporada de Messi en Francia, un comienzo pletórico, 17 partidos, con 12 goles y 13 asistencias y a sus 34 años, dando la mejor versión de Messi, esa que todos los amantes del fútbol queríamos ver.
Sí esto fuera poco, con la reciente victoria del París Saint- Germain, 4-3 ante el Troyes, en la última jornada de la Ligue 1, jornada en la que Leo sumó un gol y una asistencia, el argentino estableció una nueva marca en su carrera, 32 partidos jugados entre el club y la selección nacional sin conocer el sabor amargo de la derrota.
Ya con anterioridad, tal como lo cuenta el prestigioso Míster Chip, Messi había alcanzado los 31 partidos sin perder, primero entre 2015 y 2016, después entre 2017 y 2018.
La última derrota de Leo Messi, la sufrió ante el Real Madrid en Champions, allá a comienzos de marzo.
A menos de un mes para que arranque el Mundial de Qatar, con Messi en semejante estado de forma y sin la presión de ser favoritos, vale la pena preguntarse, ¿Llegará la justicia poética ?, ¿ganará Messi su Mundial?